El curso comenzó en los institutos salpicado de incidencias leves

p. bretal RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Varios docentes sin plaza asignada y los retrasos en la recepción del libro digital fueron los problemas en el regreso a las aulas

17 sep 2019 . Actualizado a las 20:18 h.

Llegó el gran día en los institutos de la zona. Tras los últimos compases del verano, más de 5.483 alumnos de secundaria, bachillerato y FP dieron la bienvenida al nuevo curso académico 2019/2020, si bien es cierto que todavía se aguardan nuevas matrículas en ciclos formativos y que en A Pobra tuvieron un día libre más, a razón del festivo local enmarcado en las fiestas del Nazareno. Se trató de un regreso a las aulas que llegó salpicado de las clásicas incidencias, fruto del arreón administrativo y organizativo de las últimas semanas en la Administración autonómica.

En este sentido, cabe señalar la ausencia de varios docentes en algunos centros como en el muradano IES Fontexería -donde están pendientes de llegar un par de profesores derivados de permutas- o en el boirense A Cachada y en el muradano As Insuas. A grandes rasgos, se trata de una problemática frecuente, ya que hay profesionales de la educación, como interinos y suplentes, a los que todavía no le han adjudicado un destino. No obstante, es más que previsible contar con su llegada a lo largo de la jornada de hoy.

Otro de los problemas que todavía persisten se encuentra en la recepción de los portátiles del programa Edixgal. Por ejemplo, en el outiense Poeta Añón se incorporó una nueva promoción al plan de libro digital de la Xunta, que ya echó a andar en este instituto el pasado año. Todavía no han recepcionado el nuevo hardware y desde la dirección aguardan que llegue a lo largo de esta semana. No obstante, en As Insuas, que se trata del mismo caso, sí han recibido todo el material.

Por otro lado, en el IES Espiñeira están muy pendientes de las matriculaciones de última hora en el ciclo de Mantemento e Instalación de Telecomunicacións, donde solo había una plaza ocupada, por lo que un docente está en el aire. Si no consiguen llegar a un mínimo de cinco alumnos, el ciclo podría acabar desapareciendo de la oferta formativa del centro.

Los protagonistas

Incidencias aparte, el regreso a las aulas estuvo marcado por las clásicas escenas de reencuentro de los jóvenes en corrillo, poniéndose al día de sus anécdotas estivales, así como de los nuevos rostros que albergaban una mezcla de ilusión y nervios por el salto de nivel educativo. También había quien pensaba en un futuro no tan lejano, como en el IES Número Un de Ribeira.

«La verdad es que en la ESO era un alumno regular y al llegar aquí mejoré mis notas. Dicen que segundo abarca mucho contenido», indicó Carlos Suárez, que pasa al último curso de bachillerato por la rama científica y todavía no tiene claro por dónde tirar cuando acabe. «Estoy bastante perdido, no sé si será una carrera o un ciclo pero quiero que sea por biología», anotó su compañero Ramón Rodríguez.

«Estamos menos nerviosos», reconocieron Paula García y Alejandro Fernández, instantes antes de pasar a su presentación de tercero de ESO. Ella tiene claro que hará bachiller para no cerrarse a nada. «Me gustaría ser profesor, pero de música», explicó el joven, mientras su voz se perdía en el interior del salón de actos.