La expropiación de unos terrenos en Boiro despertaba los primeros rumores sobre la construcción de la base
19 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Representantes de los distintos ayuntamientos de la comarca se reunían hace 40 años en Noia para analizar las ventajas e inconvenientes de la posible instalación en el monte Iroite de un radar de seguimiento de aviones civiles y militares. Aunque el proyecto todavía no estaba confirmado, los rumores habían surgido después de que el Gobierno decidiese expropiar con carácter de urgencia 30 hectáreas de un monte de Boiro.
Finalmente, el 30 de abril de 1980 se publicaba una orden en la que se anunciaba la creación del Escuadrón de Vigilancia Aérea número 10 (EVA 10), «por la necesidad que siente el Ejército del Aire de ejercer el control sobre la totalidad del espacio aéreo de soberanía nacional». Su ubicación en Iroite respondió al resultado de una serie de estudios técnico operativos, que concluyeron que ese era el lugar idóneo. Aunque desde septiembre de 1981 ya existía la base y estaba dotada de personal, no fue hasta diciembre de 1984 cuando inició su actividad.