Noia y su gran leyenda

Carmen Alborés BUZÓN DEL LECTOR

BARBANZA

28 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

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N oia, desde siempre se había llamado así, o algo parecido como Noega, pero urgía buscarle un origen glorioso, un origen mítico, fabricarle una leyenda de la que sentirse orgullosos. Los santiagueses presumían de que el Apóstol Santiago llegó en una barca de piedra, Muxía también presumía de poseer los restos pétreos de una barca alusivos a la Virxe da Barca, ambos ya tenían su orgullo resuelto, pero Noia… era un nombre quizá de procedencia indoeuropea, pero sin un origen noble conocido. Puesto que el Apóstol había llegado a Padrón en una barca, bien pudiera llegar Noé en su arca a Noia, por eso la gente creería fácilmente que el topónimo de Noia vendría de Noé, y que este en un gesto de cortesía le pondría al pueblo el nombre de Noela, honrando así a su hijo Jafet y a la hija de este.

La leyenda ya estaba servida, Noia ya tenía un origen mítico, nada menos que de una procedencia gloriosa, del mismísimo patriarca hebreo Noé, narrado en la Biblia como un hombre «justo e íntegro» salvador de la humanidad, y quizá su barca en vez de desembarcar en el monte Ararat lo hiciese en el monte Iroite, (por semejanza fonética). Otra constatación testimonial sería suponer que de aquel diluvio universal nuestra tierra aún haya heredado restos en nuestro todavía lluvioso clima, superando a veces al mismo diluvio con más de 40 días seguidos (con sus correspondientes noches) lloviendo sin parar. Solo faltaba dejar constancia de este hecho, así que se le encargó al mejor cantero de Noia la elaboración de un escudo donde fuese bien visible la barca sobre el agua y sobrevolándola una paloma con un ramo de olivo en el pico, (quizá traído de Vigo, la ciudad olívica) sin olvidar ponerle también «la muy noble, muy leal y muy antigua villa de Noia». Verdaderamente, la creación de la leyenda fue todo un acierto de lo que hoy diríamos márketing y el escudo ya está establecido como marca identificativa de la villa. Carmen Alborés. Outes