Tutores que son más que compañeros

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El instituto de A Pobra pone en marcha la tercera edición de un programa que intenta mejorar la convivencia entre alumnos

16 nov 2018 . Actualizado a las 20:38 h.

El primer año de instituto supone un cambio muy drástico, puesto que con apenas 12 años recién cumplidos los alumnos deben enfrentarse a una nueva realidad educativa, en la que tienen que compartir experiencias con adolescentes y adultos. Para ayudar a dar estos primeros pasos en los centros de secundaria, el instituto de A Pobra puso en marcha hace tres años el programa Titoría entre iguais (TEI), una iniciativa que empareja a estudiantes de tercer curso con los de primero, para que los más veteranos ayuden a los nuevos a superar todos los problemas que puedan surgir.

«Está comprobado que é máis doado que, si ao alumno lle pasa algo, llo conte a un compañeiro antes que a un profesor. A relación entre eles é más positiva e o máis pequeno se sinte un pouco máis arroupado», explicó Alejandro Bobillo, que junto con Asunción Pérez, María Cores, Miguel Ángel Pastrana, Pepe Romero y María Lapido son los responsables de este proyecto, en el que participan más de 150 jóvenes. Además, como se cumple el tercer curso de su puesta en práctica, los que este año actuarán de padrinos, ya fueron apadrinados en su momento, «polo que xa estiveron nos dous lados».

Nuevas parejas

Ayer tuvo lugar la presentación oficial, en la que se establecieron las nuevas parejas de tutores y tutorizados, «unha relación na que intentamos buscar alumnos que teñan máis ou menos o mesmo perfil para que encaixen mellor», dijo Bobillo, que afirmó que para ello cuentan con informes de los centros de procedencia de los chavales nuevos y los que tienen en el propio instituto.

Además de conocer a quienes serán sus tutores, la puesta de largo de ayer también sirvió para entregarles a los recién llegados un carné identificativo de este programa, así como una camiseta, y para posar con sus padrinos en un photocall muy especial. Luego, todos juntos participaron en una fiesta, con piñata incluida, y en un magosto. A lo largo del curso también se celebrarán reuniones y actividades para fortalecer la relación entre estas nuevas parejas de estudiantes. De todo ello habló el jefe de estudios del centro, Francisco Fernández, que destacó el buen funcionamiento de esta herramienta para mejorar la convivencia y reducir los conflictos.

Con los brazos abiertos

María González, que este curso será la tutora de Daniel Fernández y Sofía Domínguez, sabe muy bien lo que es llegar a un centro nuevo y tener un problema. Sin embargo, «tuve una tutora que me recibió con los brazos abiertos y me ayudó muchísimo».

Esta alumna de tercero confesó que es un cambio muy importante cuando llegas al instituto, «porque pasas de ser la mayor de tu colegio a ser la más pequeña y te sientes un poco intimidada», destacó, al mismo tiempo que afirmó que gracias a este proyecto y a la ayuda que le prestó su tutora «pude sentirme más segura de mí misma».