Porcino barbanzano en barbacoas alemanas

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Unas cien toneladas semanales de carne de cerdo salen del matadero de Ribeira con destino al país germano

23 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque Barbanza no es un área geográfica de referencia por su cabaña porcina, la carne de esta especie que sale del matadero de Ribeira, el único actualmente en funcionamiento en la zona, traspasa fronteras y atraviesa los Pirineos para llegar nada menos que al mercado alemán. La media docena de criadores que hay en la comarca son los proveedores, entre otros de distintos puntos de Galicia, de la empresa que gestiona el recinto de sacrificio, y que tiene en tierras germanas a importantes demandantes de su producto.

Directamente desde las instalaciones que el empresario Manuel González gestiona en el polígono de Xarás, haciendo una pequeña escala en una sala de despiece teutona, el porcino acaba en barbacoas germanas, convirtiéndose en el producto estrella.

Explica el ribeirense que en el matadero se sacrifican diariamente unos 400 cerdos y que, en función de la época del año de la que se trate, entre 50 y 100 toneladas de esta carne de porcino viaja con destino a Alemania. Precisa que la mercancía la suministra, cortada en canal, a una empresa emplazada en la ciudad de Hamburgo, donde se despieza para distribuirla posteriormente a los puntos de venta.

Ejemplares más grandes

Aunque no es el único mercado europeo con el que trabaja la empresa de Manuel González, sí es, junto con Portugal, el más importante a nivel internacional. El empresario declara que no todas las piezas sirven para cruzar la frontera camino de Alemania: «Neste país, ao igual que sucede en Suíza ou Italia, queren animais grandes, de 170 quilos. No mercado nacional, os que se demandan teñen menor tamaño, uns 115 quilogramos».

Hace ya un par de años que comenzó la relación comercial entre el mercado germano y Manuel González, quien explica que la empresa ha estado presente en varias ferias de ese país.

Sobre el hecho del éxito, además de la buena calidad del producto, Manuel González destaca que «resulta economicamente asumible e iso motiva que a demanda sexa maior que no caso da carne de vacún».

El mercado común permite a cualquier consumidor llevarse a su casa cualquier tipo de producto de importación, ya sea lácteo, cárnico u hortícola. Por eso, las costillas del porcino barbanzano pueden acabar en las parrillas de citas gastronómicas organizadas en Alemania.

Comienza la temporada

El criador ribeirense Javier Creo explica que «o prezo da carne de porcino xa comezou a incrementarse porque empezan a tirar as barbacoas alemás. Iso fai que haxa unha maior demanda de produto e nótase».

Creo es uno de los proveedores del matadero de Ribeira: «Antes mandaba os animais a Asturias, León ou Portugal, agora van para o recinto de sacrificio de Xarás». Explica este profesional que su granja tampoco es demasiado grande, unos 450 cerdos de cría, y que semanalmente sacrifica entre 60 y 100.

También en Lousame encuentra Manuel González mercancía para poder enviar posteriormente a su extensa red de compradores, entre los que figuran, aunque por el momento a pequeña escala, los italianos.

En un mercado condicionado por la ley de la oferta y la demanda, el hecho de que con la llegada de la primavera comiencen a sacarse las barbacoas a los jardines motiva que las cotizaciones vayan al alza. El patrón en este tipo de producto es el precio de kilo vivo, y comenta Javier Creo que ahora está sobre 1,15 euros, pero que en enero solo se pagaba a 0,90: «No inverno a demanda é reducida e basicamente só sacas para cubrir custes». Otro criador lousamiano se explica en los mismos términos.

Pero el coste del porcino, como el de otros animales, no se decide en Barbanza, ni tan siquiera en Galicia, sino que, como explican los profesionales, es en Mercolleida. Allí tienen puestos sus ojos quienes se dedican al negocio para saber si las parrillas están a pleno rendimiento o, por el contrario, flojean.