Rivera ahondó en la herida del Boiro

Francisco Brea
Fran Brea RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Los boirenses aguantaron el tipo y fueron mejores en la primera parte, pero tras el descanso bajaron el nivel físico y los carballeses lo aprovecharon

22 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Boiro tenía ayer una tarde complicada. En el estreno de Javier Falagán en el banquillo de Barraña, los boirenses recibían al Bergantiños. La victoria hubiera supuesto dar un golpe encima de la mesa y dejar claro que el equipo barbanzano quiere estar en los puestos altos de la tabla, pero la entidad del rival hacía suponer que la tarea no iba a ser fácil. Al final, los visitantes impusieron su mejor estado de forma y castigaron a un Boiro que evidenció que las piernas no le corren tanto como quisiera.

Comenzó bien sobre el césped el conjunto de Falagán, aunque el primer aviso lo dio Rodri con una internada por la banda izquierda. Contestó pronto Javi Otero, que en una de sus galopadas por la derecha puso un centro que despejó la zaga carballesa. Los dos equipos buscaban presionar al contrario para no dejarle combinar con comodidad. Así, Pillado cogió un balón en la medular y metió un buen pase entre líneas a Remeseiro, que llegó muy forzado y solo pudo empujar el balón a las manos de Cristopher.

La grada protestó varias acciones al colegiado y la primera de ellas se produjo a los siete minutos. Miki entró como un puñal por la banda y pisó el área. Por el centro llegaba Igor y hacia él se dirigió el centro del extremo, pero el brasileño se fue al suelo cuando forcejeaba con un defensa. Los futbolistas y el público pidieron un penalti que no se señaló.

Poco después, otra vez el atacante carioca con pasaporte portugués fue protagonista. En esta ocasión acomodó con el pecho un esférico que saliera de las botas de Cano y remató casi cayéndose. La pelota se perdió por la línea de fondo y el árbitro decretó saque de puerta, a pesar de que parecía que Cristopher había tocado el cuero.

Aún contó Igor con una oportunidad todavía más clara para inaugurar el electrónico. Fue en el minuto 19, cuando Remeseiro dibujó un pase que dejó al ariete completamente solo frente al portero del Bergantiños. No tomó la decisión correcta el 9 del Boiro, que quiso regatear al cancerbero y vio como este se tiró al suelo en el momento justo para hacerse con la bola.

Diez minutos antes de que se llegara al descanso, Rodri metió el susto en el cuerpo a los aficionados de Barraña. El futbolista rojillo se plantó ante Reguero y optó por picar el cuero al ver la salida del guardameta. Por suerte para el Boiro, el disparo no encontró portería.

La otra cara

En los primeros 45 minutos el Boiro mostró una versión que gustó, ya que puede decirse que fue superior al conjunto de Carballo. Pero las sonrisas se borraron de las caras de los boiristas después del intermedio. No sentó bien el paso por los vestuarios al equipo de Falagán, que en la segunda parte mostró su otra cara, la que ofrece cuando el físico no acompaña.

Pronto se torció la tarde, ya que Yago Blanco, en el 58, completamente solo en el corazón del área controló sin oposición un centro de Rivera y se inventó una certera rabona para darle ventaja al Bergantiños. Dos minutos después pudo llegar la sentencia, pero Fajardo rechazó el tiro de Rivera cuando Reguero ya estaba batido. Ni el tanto en contra hizo espabilar a los boirenses, que comenzaron a conducir demasiado el balón y a caer en imprecisiones, en vez de buscar que el esférico se moviera con velocidad para desajustar la sólida defensa de los carballeses.

Tampoco los cambios provocaron para que la situación variase, evidenciando así la necesidad de que, cuanto antes, aterricen nuevos futbolistas en Barraña. La entrada de Herbert al terreno de juego llevó a Miki a la banda izquierda, pero ni uno ni el otro fueron capaces de crear peligro. Igor desapareció en la segunda parte y Cano se perdió en su propia impotencia al verse incapaz de desbordar.

Para colmo, cuando todo el mundo sabía que solo un milagro podría evitar la derrota, la grada vio como el que fuera su héroe la temporada pasada se convertía en villano. En el tramo final del choque, Rivera puso la puntilla al partido con su tanto.

Javier Falagán: «Queda mucho trabajo por hacer»

El técnico del Boiro no pudo celebrar con una victoria su debut en el banquillo de Barraña. Javier Falagán hizo una lectura positiva de los primeros 45 minutos, en los que «creo que fuimos superiores y tuvimos tres o cuatro oportunidades claras para marcar», afirmó. Lo cierto es que el Boiro no estuvo fino de cara a la portería rival y en el segundo período el físico le jugó una mala pasada. «Mientras tuvimos gas competimos de tú a tú con el Bergantiños», apuntó el entrenador, quien reconoció que tras el descanso «bajamos bastante físicamente y ellos, sin hacer gran cosa, nos ganaron. Al final caímos en la precipitación». A pesar de todo, Falagán es optimista y confía en que los buenos resultados llegarán pronto y que el equipo estará peleando por cumplir el objetivo. Eso sí, es plenamente consciente de que todavía «queda mucho trabajo por hacer».