Homenaje a un profesor de matrícula

La Voz

BARBANZA

Un centenar de antiguos alumnos de la escuela unitaria de Ferreirós se reunieron en un magosto

15 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Estuvo entre 1982 y el 2010 impartiendo clases en la escuela unitaria de Ferreirós, en la parroquia boirense de Cespón, y dejó una huella tan profunda que la mayoría de los que fueron sus alumnos no lo olvidaron. Es por ello que casi un centenar de aquellos estudiantes se reunieron el pasado fin de semana para rendirle un homenaje a su maestro, Suso Blanco. Tres de ellos, Cristina Bermúdez, Carmen Olveira y Xoán Silva, fueron los artífices del emotivo reencuentro, que tuvo lugar en el marco de un magosto. Degustando castañas asadas, los asistentes recordaron las excursiones al monte y a la playa, los juegos en el patio y el resto de actividades que realizaban de la mano del docente.

La idea surgió hace un tiempo, cuando el propio Suso Blanco comentó a algunos de sus ex alumnos que conservaba varias fotografías en papel de aquella etapa que le gustaría compartir con los protagonistas. Fue entonces cuando la maquinaria se puso en marcha a través de Facebook y del wasap. El resultado fue un concurrido encuentro en el centro social de la parroquia: «A nosa intención era que o magosto tivera lugar na vella escola, pero non puido ser polo mal estado no que se atopa», comentaba una de las promotoras.

Recuerdos para todos

Los impulsores de la fiesta se encargaron de digitalizar las fotografías que conservaba el profesor para hacérselas llegar a todos los presentes. El propio Suso Blanco preparó para la ocasión carteles con los nombres de los alumnos de las diferentes promociones que pasaron por la unitaria de Ferreirós, donde los asistentes estamparon su firma. Recibió, como recompensa por su implicación en el pasado y en el presente, una figura de Sargadelos.

Ni qué decir tiene que la fiesta concluyó con un 10 o, como decían algunos, con una merecida matrícula de honor para los organizadores y para el propio homenajeado, sobre todo por el cúmulo de recuerdos que salieron a la luz y los reencuentros que propició. De hecho, había quien no dudada en comentar que debería repetirse en el futuro o incluso instaurarse como una cita anual.