Distopía

Emilio Sanmamed
Emilio Sanmamed LIJA Y TERCIOPELO

BARBANZA

16 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Evelio Sanmamed había escrito una novela magnífica. Su título, Hierro brutal, reflejaba la crudeza de la historia de Ottar, un vikingo con ataques de furia que era poseído por Odín cuando se emborrachaba y que se comía el páncreas de sus enemigos.

Sonó el teléfono. La editorial. «Hola Evelio, soy Luis Garrido, editor de Best-Sellers S.L. y he de decirte que nos ha encantado tu novela, Hierro brutal nos encanta, nos encanta. Ahora solo falta que se reúnan los de la Asociación para la No Ofensa (A.N.O), un conglomerado de colectivos que velan por que nadie se sienta ofendido, y nos den el visto bueno. Felicidades chaval, llegarás lejos, el nuevo Juego de tronos».

Varias lunas más tarde: «Evelio, soy Luis, de la editorial, hay que hacer un par de variaciones. Los de la A.N.O. me comentan que lo de las posesiones de Odín hay que cambiarlo, puede ofender a grupos religiosos. Ah, también hay que cambiar lo de que Ottar se emborrache, no vaya a ser que se nos enfaden los exalcohólicos. Y debes de meter a algún esquimal para que no se sientan excluidos».

Se sucedieron los días y las modificaciones hasta que el libro finalmente fue publicado. En la contraportada, la sinopsis reza: «Hierro brutal es la romántica historia de amor entre dos esquimales que, a través del poder de la amistad, logran alcanzar sus sueños. La novela que emocionó a Spielberg».

Menos mal que esto es solo una distópica gamberrada y que, en nuestro país, la gente sabe contextualizar antes que censurar y que la libertad de expresión es un derecho inalienable.

¿O no?