La Policía desconoce el contenido del botín pero no se descarta que hubieran sido sustraídos expedientes u objetos requisados
04 dic 2013 . Actualizado a las 09:57 h.La investigación del robo que tuvo lugar el fin de semana en el Juzgado de Ribeira sigue rodeada de más incógnitas que evidencias a la hora de intentar conocer, primero, el botín con el que se hicieron los ladrones, y, segundo, los motivos que llevaron a los cacos a adentrarse en un edificio en el que, según las pesquisas realizadas hasta el momento, se cree que no había nada de valor. Lo que sí se aclaró ayer fue el modo en el que entraron en la sede judicial ribeirense los cacos. Lo hicieron a través de una de las ventanas del tejado valiéndose de unas cuerdas para descolgarse.
Durante la tarde del lunes, varios agentes de la Policía Nacional inspeccionaron la manzana en la que está este edificio, varios negocios, la base de la Policía Local y algunos bajos tapiados y sin ocupar. En un primer momento se pensó que los autores del robo entraron y salieron por el mismo sitio, algo que fue descartado a primera hora de la mañana de ayer. Los policías encargados de esclarecer este caso descubrieron algunos indicios reveladores. Uno de ellos fueron las cuerdas utilizados por los ladrones para descolgarse por el tejado, que aún permanecían en el mismo lugar, y que son iguales a las que usan los marineros en los barcos.
La policía encontró estos utensilios con la ayuda de los bomberos de Ribeira, que se movilizaron al lugar del robo con dos camiones con escaleras de grandes dimensiones que permitieron acceder a los investigadores a zonas a las que antes no habían podido. Este hallazgo acabó derivando en otros que ayudaron a reconstruir la forma en que entraron en este inmueble público. Primero, accedieron a un edificio en el que residen particulares y que se encuentra al lado de la notaría de Ribeira. Allí subieron a la última planta, en la que hay desvanes, y tras forzar una claraboya accedieron al tejado. Desde ese punto lograron pasar hasta la parte alta del Juzgado, desde donde se descolgaron, valiéndose de las cuerdas, para entrar por una ventana, tras forzarla.
Madrugada del sábado
Los hechos tuvieron lugar sobre la una de la madrugada del sábado, según consta en la investigación. A esa hora sonó la alarma del Juzgado, por lo que se entiende que los cacos aún estaban en el interior o ya habían abandonado el edificio después de llevarse nadie sabe qué. Incluso los agentes municipales que estaban de guardia a pocos metros realizaron una inspección ocular en las proximidades en la que no encontraron nada.
Lo que sigue siendo un misterio es qué buscaban o qué se llevaron. La Policía cree que buena parte del tiempo lo invirtieron en una estancia en la que hay objetos de poco valor que en su mayoría fueron requisados en operativos de la Policía o de la Guardia Civil y que, en algunos casos, pueden servir de pruebas en algún juicio. Otra hipótesis en la que se trabaja es que los autores de este delito buscasen algún expediente judicial. De lo que sí está convencidos los profesionales encargados de aclarar lo sucedido es que los culpables son profesionales que tenían todo muy planeado y sabían lo que hacían desde que comenzaron el golpe hasta que lo concluyeron para desaparecer.
Usaron cuerdas de barco para llegar a la azotea de la sede judicial desde un edificio anexo
Todo apunta a que el robo estaba muy planeado y que los autores son profesionales