La hemorragia imparable del mar

María Hermida
María Hermida RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

marcos creo

La facturación bajó estrepitosamente en las lonjas y ni siquiera se salva ya la rula ribeirense

13 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El mar siempre fue un refugio en esta tierra; una salida laboral. Puede recurrirse a la historia para explicarlo. Pero no hace falta. Basta con poner la vista en el pasado reciente y en el presente: desde que comenzó la crisis y algunos puntales económicos como la construcción dejaron en la estacada a miles de trabajadores, los centros que imparten cursillos para ser marinero están abarrotados, Barbanza sigue a la cabeza de las comarcas gallegas con más afiliados a la Seguridad Social por el régimen del mar y conseguir un permex para el marisqueo es como tocar el cielo con las manos. Paradójicamente, frente a esa realidad, hay otra: el mar, ese mar que siempre fue capaz de alimentar a buena parte de la comarca, cada vez es menos rentable. El marisqueo, la pesca y los mejilloneros firmaron un 2012 nefasto. Y este ejercicio se está complicando sobremanera. No hace falta que nadie lo diga: los números lo demuestran con creces.

Uno de los termómetros más fiables para saber si las quejas desesperadas que en estos tiempos expresan en voz alta marineros y mariscadores -el caso de los mejilloneros es distinto- concuerdan con la realidad o tienen más que ver con el histórico apego de las gentes del mar al lamento son los datos de facturación de las lonjas. Y, esos, a estas alturas del año, dan auténtico pánico. En las rulas barbanzanas se facturaron este año 42,4 millones de euros. Mientras que en el 2012, pese a ser ya un ejercicio nefasto, en este mismo período de tiempo el importe era ya de 51,5 millones.

La hemorragia del sector marítimo es tal que ni siquiera se salva la madre de todas las lonjas; la que pertenece al puerto de bajura más importante de Europa, es decir, el de Ribeira. En la rula de Santa Uxía, el año pasado a estas alturas se habían facturado 30,7 millones y este ejercicio van 26,8. Y hay algo que todavía es más preocupante. La facturación baja pese a que la producción creció. Desde enero a octubre del 2012 en la comarca se subastaron 31,1 millones de kilos y este año la cifra es de 31,3 millones. Sí. Porque aunque se diga habitualmente que cada vez hay menos pescado y marisco lo cierto es que la producción fue en aumento este año. Por tanto, la explicación al descalabro de la factura es que los precios continúan en caída libre.

Cotizaciones

El asunto de las cotizaciones quizá sea el problema común de todos los estamentos del mar. Luego, están los males concretos de cada ramo. Solo basta citar la revolución que acaba de causar la toxina en el marisqueo y el sector bateeiro. El futuro ha dejado de ser azul marinero. Y se tiñe de otro color. Pero no es negro. Es verde esperanzador. Porque el mar, aunque menos rentable, sigue siendo la esperanza de muchos barbanzanos.