Las cifras aportadas por tasadores, empleados de banca y constructores señalan que el mercado inmobiliario barbanzano tiene una doble vertiente. Por un lado, se encuentran los municipios de Noia y Muros, que se vienen caracterizando en los últimos años por tener un mercado estable, lo que se traduce en unos precios medios de la vivienda acorde con la realidad del municipio. En el otro lado de la balanza están los de Arousa norte y Porto do Son, que se caracterizan por las grandes oscilaciones.
«Noia y Muros son localidades en donde la construcción de segunda vivienda no está tan arraigada. Se trata de un mercado estable en lo que a volumen anual de proyectos visados se refiere y no existe un excedente de pisos a la venta, por lo que el precio del metro cuadrado permanece más o menos igual en los últimos ejercicios», explicó un tasador ribeirense.
En el otro lado de la balanza están Boiro, Ribeira y Porto do Son, donde el valor medio de la vivienda libre está sufriendo un batacazo de consideración. Por ejemplo, en Ribeira el precio del metro cuadrado de un piso de primera ocupación pasó de los 1.800 a los 1.500 euros en apenas dos años.