Pepe Caballero

Maxi Olariaga

BARBANZA

17 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

No era de los nuestros. Era mediterráneo, azul por tanto, y lleno de luz. Estos días han llegado noticias de Alicante. Sus 94 años se han detenido en un cuarto de hospital, en un hotel para él desconocido pues su buena salud era envidiada por los médicos que lo trataron, vinillo por medio, en las terrazas amparadas del sol y del salitre por las sombrillas multicolores frente al mar. Pero la inexorable Dama acude siempre al rescate de la humanidad doliente y a Pepe Caballero se lo llevó envuelto en su echarpe de sal y nieve para que en el viaje le cuente tantas cosas que él sabía de esta España nuestra, ¡ay! que sobrellevó como los poetas que le precedieron.

Era Pepe Caballero ante todo caricaturista, ciencia esta que abarca todo el saber. Se trata de concretar en la levedad de una docena de trazos las virtudes, los defectos, lo patente y lo oculto de la persona retratada. Nos visitó a menudo y nos quiso mucho. Expuso en nuestra casa de cultura de Noia su obra, así que de sus paredes colgaron por un tiempo las radiografías de gentes como Azorín, Cela, Picasso, Leticia Ortiz, Jesús Gil, Lola Flores, Franco, Aznar, Gila, Delibes, Woody Allen, Sastre? t'or mundo , como dicen los sevillanos, que parecieron tener algo que decir en este mundo loco que nos ha tocado en la tómbola del tiempo perdido.

Sin que sirva de precedente, citaré algún párrafo de la opinión o recuerdo que de Pepe tuvieron otras gentes: «Dicen que un hombre, para llegar a eso que llaman su realización personal, tiene que haber hecho tres cosas en su vida: tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. Pepe Caballero no ha hecho ninguna de las tres pero ha hecho todas las demás» (Jaime de los Ríos).

«Me estimas en más de lo que soy, pues no tengo la menor condición de dirigente: soy un artesano intelectual. Pero esa estimación me deja más obligado a ti» (José Luís Sampedro).

«Además es tan rojo que no está afiliado a ningún partido, una especie de rojo integral y visceral que, si no se hubiese inventado lo de la izquierda, él habría organizado su propia revolución doméstica» (Adrián López).

Hay también dos chistes que el gran Forges le dedicó. En uno el Romerales mirándonos a los ojos exclama: «Cabashero for Púlitzer, proclamo». De sí mismo dejó escrito Pepe Caballero: «Menos montar en globo he hecho de todo. He sido dependiente, viajante, administrativo, jefe de ventas y autónomo. (?) Aprended a reíros de vosotros mismos y nunca os faltarán motivos para soltar la carcajada. Es la mejor medicina para prolongar la vida y hacerla más agradable». Brinden por él ¡Hay motivo!.