La Decca se instaló en el monte Iroite buscando un punto alto, pero después se consideró que el lugar más adecuado era una zona cercana a la laguna de Vixán. El gobierno central llegó a emprender los trámites para la expropiación de una parcela de unos 18.000 metros cuadrados de superficie.
Pero en el municipio de Ribeira, el que entonces era el Ministerio de Obras Pública se encontró con una dura oposición. Llegaron incluso a distribuirse panfletos en los que se alertaba de los efectos que podían generar las enormes antenas que pretendían instalar en la costa.
El movimiento vecinal fue tal que el Gobierno central decidió dar marcha atrás y descartó la instalación de una estación Decca en Ribeira, quedándose únicamente con la que ya estaba funcionando en Iroite.