Buscarán apoyo social para que la Xunta no se lleve por delante los inmuebles del conocido como estrecho de la villa
08 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.«Pode que non consigamos nada, pero non nos imos quedar cos brazos cruzados esperando a que nos tiren as casas». Con esa contundencia hablaba ayer uno de los propietarios de las tres viviendas que Portos de Galicia prevé derribar en el conocido como estrecho de Rianxo para seguir adelante con su proyecto de mejora de la fachada marítima y el puerto rianxeiro. Tanto esta persona como los dueños de los otros dos inmuebles afectados llevan meses en vilo por la decisión del ente público. Llegaron a colgar pancartas y buscaron algunos apoyos. Pero fue en los últimos días, después de saber que no se van a atender sus alegaciones y que el pan de derribo sigue adelante, cuando decidieron decir basta ya y ponerse a planear movilizaciones en toda regla.
Por el momento, lo que hicieron fue repartir unas octavillas. Sentados a la misma mesa, los propietarios de las viviendas explican que rescataron un documento de la página web de Portos de Galicia en el que se ven claramente las incongruencias del proyecto que, si se hace realidad, les dejará sin sus inmuebles. «Nesta folla vese o que acontece. Portos négase a facer un recheo duns cinco metros para salvar as nosas vivendas. Sen embargo, nin a 50 metros está disposto a facer unha explanada duns 10.000 metros cadrados para construír o náutico. ¿Que sentido ten iso?», se preguntan.
Haciendo llegar estas hojas a los vecinos, en las que ellos mismos marcaron las zonas en las que a su juicio se van a hacer rellenos, lo que pretenden es no quedarse solos en su lucha, ya que creen que es hora de comenzar a protestar «de verdade». De hecho, empezaron a dar pasos para poder realizar una manifestación a corto plazo. «Temos que facer mobilizacións porque pola vía do diálogo e coas alegacións non conseguimos nada. O señor Jacinto Parga -el presidente de Portos de Galicia- veu aquí e sen importarlle en absoluto o que nos pensamos e sentimos dixo que non lle ía facer caso ás nosas reclamacións. Foi bochornoso».
Y como la indignación que sienten crece cada día, también han comenzado a mover ficha en el ámbito institucional. No en vano, enviaron una carta a Emilio Pérez Touriño haciéndoles saber de sus problemas. En el escrito, lógicamente, hablaron de una cuestión que no se les va de la mente. Se trata del hecho de que sus casas tienen más de un siglo de vida y que echarlas abajo, para ellos, es sinónimo de que la piqueta se lleve por delante el Rianxo de los viejos tiempos. «Non entendemos que se queiran preservar outras edificacións e rúas antigas e que sen embargo non importe nada acabar coas nosas propiedades, cando nalgunha delas viviron cinco xeracións».
La solución que aportan
Tal y como hicieron desde el primer día, como reflejaron en las alegaciones que Portos de Galicia rechazó y como indicaron en la carta a Pérez Touriño, los afectados tienen claro la solución que hay para no derribar sus viviendas. «Bastaría con facer un pequeno recheo para non tiralas. É así de claro e fácil de facer», insisten los afectados.
Sin embargo, por muy claro que ellos lo vean, de momento Portos de Galicia no ha querido saber nada de sus alegaciones y sigue adelante con el proyecto. La intención es sacar a concurso las obras cuanto antes y, a ser posible, empezarlas a finales del 2008 o en el primer trimestre del 2009. Habrá que ver si los afectados y los partidos y entidades que ya les han mostrado su apoyo no ponen freno a esos planes. La guerra, a tenor de las palabras de los propietarios de las tres viviendas sentenciadas, solo acaba de empezar.