Se encargan de trámites legales, fiscales y laborales
28 mar 2003 . Actualizado a las 06:00 h.Una asesoría es al empresario lo que un médico deportivo al atleta profesional. Igual que el galeno vela porque proteínas, grasas e hidratos de carbono estén equilibrados en la dieta del deportista para que éste rinda al máximo en el momento del esfuerzo, las asesorías se cuidan de deshilvanar los entresijos fiscales, contables y laborales del negocio para que optimice sus recursos en el momento de su funcionamiento. O hablando en plata, se ocupan de impedir que sus clientes dejen de ganar dinero por enredarse con el papeleo.En realidad, su labor es más compleja que esto. Cualquier empresario sabe que llevar adelante un negocio supone atender un montón de enrevesadas menudencias legales que, aparte de ocupar tiempo, pueden suponer la pérdida de beneficios si no son solucionadas del modo adecuado: declaraciones de la renta que se han hecho de una forma en vez de otra, empresas que se han constituido como sociedades anónimas en vez de limitadas, o viceversa... Todo influye en el éxito o fracaso de un reto profesional. Pues bien, ¿qué mejor forma de ahorrarse quebraderos de cabeza que dejándose asesorar? Amplia oferta Barbanza cuenta al respecto con una amplia oferta. Además de los trabajadores autónomos, sus principales clientes son las pequeñas y medianas empresas. Las grandes no suelen recurrir a ellas por una simple razón: se pueden permitir el lujo de tener su propio departamento específico para que desempeñe idéntico cometido. Pero en los negocios de menor envergadura, el contratar dos o tres administrativos para funciones fiscales y de contabilidad a la larga puede salir más caro que delegarlas en una consultoría. Además, muchas suelen ofrecer otros servicios muy interesantes. Por ejemplo, tramitar subvenciones del Igape para la compra de maquinaria o préstamos del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) para la construcción de un buque. Y hay otras que actúan como asesorías de seguros. Pero su principal virtud es que el empresario emprendedor dispondrá de todo su tiempo para dedicarse en cuerpo y alma al triunfo del negocio.