Natalia Gil trabaja en el área de cirugía del centro comarcal barbanzano Tras años atendiendo las dolencias de los vecinos de la comarca, el Hospital do Barbanza cada vez está más cerca de los ciudadanos. Natalia Gil es enfermera y trabaja en el ala sur, una zona que da cabida a la especialidad de cirugía. Esto la pone en contacto con una de las partes más duras de su profesión, sobre todo, en Urgencias, puesto que la llegada de heridos en accidentes, por ejemplo, está a la orden del día. De todas formas, cree que su labor es agradecida por los pacientes que trata a diario.
11 jun 2002 . Actualizado a las 07:00 h.El ala sur del Hospital Comarcal do Barbanza da cabida a las especialidades de pediatría, obstetricia y cirugía. De las tres, la quirúrgica es quizá la disciplina más dura para una enfermera. Recibir en Urgencias a heridos con traumatismos de todo tipo, generalmente derivados de un accidente de circulación, está a la orden del día. El hospital comarcal está preparado para afrontar esta clase de dolencias siempre que no sea algo muy grave, en cuyo caso el herido es trasladado al Hospital Clínico de Santiago. La vía rápida es el punto negro de la zona, dado el volumen de siniestros que registra, pero, según Natalia, también se atienden con frecuencia los traumatismos derivados de caídas de bicicleta. Una parte más llevadera de la especialidad quirúrgica es la de los llamados enfermos programados, o sea, los que pasan por quirófano con cita previa. Ingresan en el centro el día anterior y se les explica con detalle los pasos que se van a dar durante la operación. «Esto los pone mucho más tranquilos y lo agradecen», asegura Natalia Gil. Cuando se les da el alta, el centro les envía a casa una encuesta en la que el paciente ha de valorar el trato recibido. Natalia Gil no está descontenta de los resultados, pero explica que al principio la gente suele estar desconfiada porque el personal del centro hospitalario barbanzano es, en general, muy joven.