El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó ayer a Ribeira a las nueve de la tarde. Le acompañaban Emilio Pérez Touriño y José Blanco. En la plaza le esperaban decenas de militantes y simpatizantes. El secretario de la agrupación local, José Pérez, y la portavoz municipal, Rosa García, presentaron a su líder a la multitud de personas que aguardaba impaciente. Zapatero recibió una avalancha de peticiones de besos y apretones de manos. Pese a su cara de no asimilar todo lo que pasaba a su alrededor, no dejó de sonreír. Zapatero se perdió entre vecinos deseosos de conversar con él. Ya en la lonja, el secretario general charló con los armadores del palangre, entre ellos el presidente de la Orpal, y visitó las instalaciones en medio de la sorpresa de los trabajadores, que le aplaudieron. Las mujeres comentaban que «es más hombre que en la tele», admiraban su bronceado y lo comparaban, saliendo bien parado, con el contrincante Aznar.