Numerosos vecinos de Taragoña despidieron sus fiestas de verano con la tradicional procesión marítima, con la que rindieron homenaje a la Virgen del Carmen. La comitiva, en la que iba el alcalde de Rianxo, Pedro Piñeiro, zarpó después de una misa celebrada en la iglesia de San Salvador. El soleado día propició la masiva afluencia de un público que abarrotaba los quince barcos y la veintena de lanchas pequeñas que participaron en la procesión. Ésta dio un completo recorrido por el litoral rianxeiro, ya que salió del puerto de Taragoña y pasó por Vidres, Neixón y Bodión. En el transcurso, se lanzó una corona del laurel al mar, en memoria de los marineros fallecidos. La procesión llegó al puerto de Taragoña sobre las tres y media, más tarde de lo previsto debido a que hubo que esperar a que subiera la marea para poder soltar amarras.