CARMEN BROZ LA ENTREVISTA Fernando Palleiro, cura párroco de la iglesia de Santa Columba
28 abr 2001 . Actualizado a las 07:00 h.A sus casi 68 años, Fernando Palleiro afirma estar «hecho un chaval». Con 25 se ordenó sacerdote, empezó como coadjutor en O Grove y estuvo de ecónomo cerca de Noia. Durante nueve años fue el párroco de Arcos de la Condesa, donde le conocían como «el cura del agua». Ofició su primera misa en Rianxo el 19 de abril de 1976, domingo de Pascua, hace un cuarto de siglo. Con ocasión de sus bodas de plata al frente de Santa Columba, los fieles le rindieron un homenaje. -¿Se imaginaba aquí después de 25 años? -No pensaba estar tanto tiempo, pero los años pasan y el homenaje fue toda una sorpresa para mí. Una catequista se enteró de lo de los 25 años y luego se le unió la comisión de fiestas, el Concello, el patrón mayor... Estoy muy agradecido a los vecinos porque juntos hemos colaborado, nos hemos entendido y respetado. Soy tímido y la popularidad no me gusta, pero debo de tener un ángel de la guarda que me hace salir en la prensa. -¿En qué aspectos se ha modernizado su labor? -Siempre procuro estar al día en la liturgia, hacer que la gente entienda sus símbolos. Intento encontrar una buena noticia entre las malas que nos bombardean a diario. Creo que la gente participa más ahora en la catequesis y la eucaristía, que antes giraban en torno al sacerdote; hay una vivencia más activa de la fe. -¿Es cierto que los jóvenes pasan de la religión? -En mi opinión no acuden no por falta de ganas, sino por condicionamiento social. Me refiero a que tienen que buscar trabajo, ir a la Universidad, y, por otra parte, están las crisis propias de la juventud; a esa edad todos creemos que nos vamos a comer el mundo. -¿Los parroquianos le piden mucho consejo? -Sí, viene gente en busca de orientación, por enfermedades, penas... e intento ayudarlos aunque sea simplemente escuchándoles. En todos los sitios en los que he estado he procurado colaborar como podía. En Arcos de la Condesa me llamaban «el cura del agua». Había mucho tifus porque las fuentes estaban contaminadas e hice traer manantiales limpios. -Hay quien se queja de que los curas usan el púlpito para lanzar proclamas... -Los párrocos tenemos una responsabilidad con la sociedad, debemos buscar el bien común aunque no todos lo acepten. En una comunidad es normal que no todo el mundo esté de acuerdo y además creo que esto es positivo. Las diferencias, si se discuten de forma sana y sensata, llevan a la mejor solución para todos.