El negocio de los arrendamientos

M. LÁZARO RIBEIRA

BARBANZA

S. BALVÍS

El precio de los alquileres de pisos durante la época estival experimenta subidas que llegan al doscientos por ciento Con la llegada de la temporada alta, los precios de los alquileres de viviendas suelen dispararse en las comarcas de Barbanza, Muros y Noia. Las subidas en las zonas turísticas son espectaculares, en algunos casos del doscientos o trescientos por ciento con respecto al precio que se paga por una casa durante el invierno. Los domicilios suelen contar con el equipamiento básico -sábanas, lavadora y televisor, entre otros-. Es durante la última quincena de julio y la primera de agosto cuando más caro resulta el arrendamiento. En esas fechas no es fácil encontrar un piso por menos de noventa o 125.000 pesetas (751 euros), como mínimo.

14 sep 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

Arrendar una vivienda en la zona durante el invierno es mucho más fácil y económico que en verano, una época en la que los precios se ponen por las nubes y no son accesibles a todos los bolsillos. En plena época estival, para disponer de un apartamento de dos o tres habitaciones en la playa de Area Maior, en Muros, hace falta un presupuesto cercano a las doscientas mil pesetas. El precio de la residencia se verá reducido un 166% si se decide proceder a su arrendamiento en invierno. Para los que vayan a pasar poco tiempo en casa es más recomendable el alquiler en el centro de la villa: cien mil pesetas en verano y sólo veinticinco mil en invierno. En el municipio de Noia pueden encontrarse en julio y agosto apartamentos de las mismas características por cincuenta mil pesetas menos. Durante el invierno, este precio baja en unos cinco mil duros. En el vecino concello de Ribeira se ofertan pisos por 125.000 pesetas en temporada alta, valor que baja hasta las cuarenta mil en invierno. Por regla general, los importes son similares en todos los municipios. Sin embargo, en verano los precios aumentan el doscientos por cien. Por lo que respecta al invierno, los costes de los arrendamientos son parejos en todos los municipios de la zona. Sin embargo, en muchas ocasiones los ocupantes únicamente tienen contrato durante la temporada baja y deben abandonar el apartamento en julio para regresar en octubre.