«Botamos toda a noite aquí, na rúa. Viñeron desaloxarnos, pero volvimos, como vas deixar que ardan as casas?». Un grupo de vecinos de Cea lo tienen claro. Si el fuego volviese, sería muy complicado que alguien los apartase de sus viviendas. Entretanto, los helicópteros vuelan un palmo sobre las copas de os árboles, arrojando su carga de agua en los puntos más delicados. Lo habitual, por desgracia, en estos casos. Uno casi se ha acostumbrado a este remedo de Apocalypse Now, entre el estruendo de las hélices, y casi aprecia ya el hedor a madera quemada por la mañana.
Medio Rural actualiza sus datos hacia la una y media de la tarde. 450 hectáreas arrasadas y un amplísimo despliegue de medios aéreos y terrestres, entre los que se cuentan aviones y helicópteros, brigadas, agentes, motobombas, bomberos, servicios municipales, de Vilagarcía, pero también de Cuntis, Caldas y Sanxenxo, Guardia Civil, Policía Local, la Unión Militar de Emergencias, agentes forestales y Policía Nacional, cuyos funcionarios se ven obligados a saltar un muro para tratar de frenar el incendio que amenaza con devorar otra huerta. Han trabajado toda la noche y todo el día.