El fallecimiento de Paco Fernández sume a Vilagarcía en la consternación

Desde que en el 2005 accedió a la dirección de Cáritas Interparroquial de Arousa, Francisco Fernández Rodríguez, a quien todo el mundo conocía en Vilagarcía como Paco, se convirtió en una pieza fundamental para construir el paraguas colectivo que trata de cobijar a quienes peor lo están pasando. Por las razones que sean. «La calle -no se cansaba de repetir el marino oriundo de Perlío, en Fene- es lo más duro». No hay quien le pueda poner un pero a los 16 años en los que se mantuvo al frente de la oenegé, solidario, comprometido personalmente en cuanto hacía, dispuesto siempre a echar una mano, absolutamente respetuoso. Ese aprecio general se tornó ayer en consternación al conocerse que el lunes por la noche su cuerpo había sido hallado en O Carreirón, en A Illa, donde una parada cardiorrespiratoria se lo llevó mientras paseaba.

El gobierno local de Vilagarcía quiso transmitir ayer sus condolencias a su familia más cercana y, por extensión, a la amplia familia de Cáritas. «Era unha boa persoa que merece o noso maior agradecemento e todos os recoñecementos que se lle poidan dar serán poucos», apunta el alcalde de la ciudad, Alberto Varela, quien asegura que su pérdida es incalculable. Con Tania García, la teniente de alcalde y responsable del departamento municipal de Servizos Sociais, le unía una larga amistad, que se prolongaba en una relación profesional cuyo mejor y más productivo vehículo es el convenio que une al Concello con las oenegés que operan en la capital arousana: «Paco -subraya la concejala socialista- era un dos mellores, un home que tanto ten feito por axudar os máis desfavorecidos».

También la fundación Amigos de Galicia, de la que Paco Fernández era patrono y le había concedido su medalla de oro, dejó constancia de la consternación de sus integrantes ante la pérdida de «un hombre implicado, bueno y generoso». Sus funerales se ofician esta mañana en Ferrol, adonde su cuerpo fue trasladado.

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