Sábados de barbecho y restricciones en el centro comercial Arousa

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

Apenas un puñado de los cuarenta negocios que abren sus puertas en el complejo de A Xunqueira pueden seguir funcionando los fines de semana

30 ene 2021 . Actualizado a las 21:18 h.

Aunque puede pasar desapercibido a la hora de calcular este tipo de cosas, lo cierto es que el centro comercial Arousa impulsa una importante concentración de empleo en Vilagarcía. Con cuarenta establecimientos en funcionamiento, las instalaciones de A Xunqueira reúnen cada día a unos 250 trabajadores, a los que es necesario añadir cierto número de operarios indirectos, con los transportistas en primer lugar. Con las nuevas restricciones adoptadas esta semana, que en Galicia permanecerán en vigor al menos hasta mediados del mes que viene, muchos de ellos se quedarán en casa los sábados, ya que, salvo excepciones puntuales relacionadas con los sectores considerados prioritarios, este tipo de complejos comerciales deben cerrar sus puertas los fines de semana.

Ayer fue el primero de esos sábados para olvidar en el seno del centro comercial Arousa. Su primer baluarte, el hipermercado que gestiona el grupo Froiz, será también su principal foco de actividad durante los sábados, puesto que las medidas del semiconfinamiento no afectan a su horario de apertura. Junto a él, funcionaron con relativa normalidad la parafarmacia, la óptica, la tienda de animales y el establecimiento de Pizza Móvil, aunque en su caso únicamente para servir a domicilio. Si los accesos a las instalaciones se mantuvieron abiertos fue, precisamente, para permitir que sus clientes pudiesen acudir a este puñado de negocios.

Un caso peculiar es el la cadena de bricolaje, una de las últimas incorporaciones al centro comercial. Como dispone de un acceso propio y directo desde el exterior del edificio, sí puede mantener una cierta actividad el fin de semana. Se trata, exclusivamente, de la recogida de aquellos productos que sus clientes hayan adquirido previamente a través de su portal web. Por lo demás, nadie que no acuda a los negocios mencionados puede entrar y salir del complejo los sábados.

En realidad, explica Luis González, su gerente, las zonas comunes ya no podían ser utilizadas, por lo que el sistema de restricciones «hace que el funcionamiento de un sábado sea similar al que se registra de lunes a viernes a partir de las seis de la tarde», cuando todas las actividades comerciales no esenciales deben bajar la verja, una instrucción que afecta a la mayoría de las 32 tiendas que se distribuyen entre sus tres plantas.

Por lo que respecta a la sección de hostelería, solo la pizzería sigue trabajando, y lo hace, queda dicho, a domicilio. Para ello se ha sumado al portal Caylu, que integra a una veintena de locales de Vilagarcía a la hora de colocar sus cartas en Internet y entregar sus productos. Una fórmula a la que tal vez también se sume Burger King. Otros dos negocios ya habían paralizado su actividad antes de esta nueva entrega de restricciones para tratar de frenar la expansión del coronavirus, y propuestas como la bolera o el parque infantil de Camelot llevan cerradas prácticamente desde que se desató la pandemia. «Es difícil, pero seguimos trabajando, siempre con las más rigurosas medidas de seguridad», concluye el gerente del complejo.