Problemas de accesibilidad en O Piñeiriño

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

Aceras levantadas y pasos de peatones peligrosos complican el día a día de los vecinos

13 feb 2019 . Actualizado a las 11:52 h.

Una de las aceras que da entrada al barrio de O Piñeiriño podría convertirse sin demasiado problema en una pista de skate en miniatura. No haría falta demasiada inversión porque el sube y baja ya lo tiene. Allí, según cuentan los vecinos, se ha caído hasta un cartero haciendo su trabajo porque entre las raíces de los árboles y el paso de vehículos de demasiado tonelaje han destrozado el pavimento, que es una verdadera trampa sobre todo para la gente de edad avanzada, que se las ven y se las desean para ir esquivando los distintos obstáculos que encuentran a su paso.

No es ese el único lugar del populoso barrio en el que el peatón no lo tiene nada fácil para mantener el equilibrio, aunque sí el más exagerado puesto que el tramo alcanza unos quince metros de longitud con facilidad. El acceso a los aparcamientos disuasorios, cuya elevada ocupación demuestra que fue un acierto su puesta en funcionamiento, tampoco está en las mejores condiciones. El problema en los que están en la parte de O Piñeiriño que está más cercana a la avenida de Cambados es que los solares estaban rodeados por aceras y el continuo paso de los vehículos sobre ellas ha provocado que estén ya en muy mal estado y con muchas losetas sueltas.

El aparcamiento disuasorio que está más cercano al colegio tiene el pequeño problema de que el único acceso para los peatones es por la entrada del centro educativo. Quien estacione allí el vehículo y quiera ir al parque, por ejemplo, o a la zona deportiva del Manuel Jiménez debe salir por donde entran los vehículos o bien escalar una pequeña loma, algo imposible para quien tenga problemas de movilidad.

La cuesta por donde entran y salen los coches, y también los camiones que allí descansan, tiene del mismo modo bien a la vista los achaques en forma de socavones que provoca tanto trajín de vehículos. Hay baches de un tamaño más que considerable y que tienen toda la pinta de que todavía pueden crecer porque las lluvias, a pesar de la tregua que nos están dando estos días, está claro que volverán y el trasiego de vehículos en los meses del curso escolar es más que importante.

Más allá de baches y de aceras levantadas, uno de los focos de preocupación de los vecinos del barrio de O Piñeiriño se encuentra en la avenida de Cambados. Un paso de peatones se ha pintado recientemente para facilitar el acceso al nuevo supermercado y hasta ahí todo correcto porque cruzar esa carretera, que en ese tramo tiene tres carriles, es más que peligroso. El peligro que denuncian los vecinos es la escasa visibilidad que tiene el paso de cebra cuando es de noche. Hay una farola en uno de los lados de la carretera, es verdad, pero no está justamente sobre la zona pintada, y en el otro lado, el más cercano al supermercado, los puntos de luz apuntan únicamente hacia la zona de aparcamiento del centro de alimentación, con lo que no sobra la luz, en esa zona precisamente.

Y justo donde acaba el paso de peatones ha quedado un bonito socavón, rodeado por vallas de Naturgy aunque alguna de ellas ya está caída, en la que se pueden contemplar hasta botellas de cristal enterradas y que va camino de convertirse en una papelera al aire libre.