Panorama, su gala y la negatividad

VILAGARCÍA DE AROUSA

19 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Dicen, quienes saben de estas cosas, que en la mente del ser humano permanece agazapado un sesgo negativo, un mecanismo evolutivo que condiciona nuestro pensamiento y lo inclina hacia lo adverso. El conocido refrán «piensa mal y acertarás» vendría a ser, de esta forma, una versión actualizada de lo que le pasaría por la cabeza a nuestros ancestros ante la amenaza de que cualquier depredador con garras y colmillos afilados se les echase encima: «Piensa lo peor y salvarás el pellejo».

Ser pesimistas podía salvarnos la vida cuando nos vestíamos con pieles y el fuego era nuestro mejor aliado. Sucede que en las sociedades que pomposamente se denominan a sí mismas evolucionadas las fuentes de riesgo se han sofisticado. El director de tu sucursal bancaria puede tener mucho más peligro que el perro con el que te cruzas en la calle. La atracción por el peor de los cálculos, sin embargo, persiste. Tal vez por ello la información negativa acostumbra a generar un mayor impacto que la positiva. El mensaje negativo, en definitiva, cala más hondo, se adhiere a las neuronas, pesa en la memoria Todo esto no es nuevo. Figura en el prólogo del manual del buen comunicador.

En Vilagarcía, últimamente, abundan los mensajes en clave negativa. Cierto es que, como en el caso del centro comercial de Megasa, la moratoria de licencias responde a un amplio consenso, reflejado en el respaldo de 14 de 21 concejales. Pero no por ello su forma lógica deja de ser la de un «No». Lo mismo sucede con la demolición del acuario. Un compromiso electoral que, a tenor de la opinión que se pulsa en la calle, cuenta con el beneplácito de la ciudadanía. Pero derribar es lo que es, lo contrario de construir. Algo parecido cabe decir del hotel de O Ramal. A la vista del pasado que arrastramos, existen razones de sobra para recelar de otra intervención en la fachada marítima. Con eso y con todo, la formulación de la propuesta vuelve a ser un «No».

Vilagarcía acaba de perder dos eventos que, al margen de su retorno económico, concedían a la ciudad visibilidad mediática positiva. La gala de Panorama contra el cáncer y el World Pádel Tour fueron, el año pasado, las noticias más vistas en la web de La Voz. Puro candelero. Las dos se nos van. Y probablemente existan motivos objetivos que justifiquen su marcha. Pero en ocasiones son los pequeños detalles los que inclinan la balanza. Y la simple sospecha de que aquella denuncia del PSOE sobre la construcción de las pistas de pádel en el Puerto, que a la postre no fue a ninguna parte, haya ejercido algún peso en esta decisión resulta preocupante. Cuidado, por lo tanto, cuando se dice que no. El sesgo puede pasar factura cuando uno menos se lo espera.