La localidad celebra la fiesta en honor de un producto que aspira a actualizarse y a convertirse en un valor turístico
13 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Es difícil comparar el sabor de la lamprea con el de ninguna otra cosa. Si no lo cree, podrá comprobarlo hoy mismo. Solo tiene que acercarse a Pontecesures y hacerse con una de las más de quinientas raciones que el Concello ha preparado para la edición número 21 de la fiesta que honra a la reina del Ulla. Este año, para darle más sustancia a la fiesta, la organización ha redondeado el menú con una sesión vermú amenizada por Xarandeira, y con el café artístico de los baristas de Kanalla Coffe.
Y es que parece que Pontecesures aspira a ir renovando, poco a poco, el homenaje a su producto estrella. Es el camino que ayer quedó marcado en la mesa redonda celebrada en el centro social de la localidad y en la que participaron cocineros, expertos en turismo, periodistas gastronómicos y fotógrafos. En ese encuentro, Alberto Traversa, especialista en eso del buen comer, aseguró que la lamprea es un producto valorado. «Pero para que no muera ahogado en la tradición, hay que darle la oportunidad de que se actualice gastronómicamente». Una puerta que Pontecesures ha abierto con la ruta de pinchos celebrada el fin de semana pasado.
Pero la mesa redonda de ayer pretendía servir para analizar el potencial de la reina del Ulla como motor turístico. Y parece que, en ese terreno, hay mucho que se puede hacer. «Toda fiesta gastronómica que se apoye en una vivencia tiene el éxito asegurado», asegura Traversa. Igual que una fiesta de cualquier vino gana puntos si se acompaña «con una visita a los viñedos», la celebración de la lamprea ganará enteros si se vincula a actividades como la que también se desarrolló ayer: un paseo por el muelle en el que Antonio Pesados, el presidente del colectivo de valeiros, explicó cómo se captura el pez más antiguo del mundo.
«Pero la fiesta de la lamprea es un día», apunta la dinamizadora turística Susana Loroño. Ella cree que este producto, firmemente engarzado en la cultura y la tradición de Pontecesures, puede utilizarse para relanzar una zona que ha quedado a la sombra por la pujanza turística de Santiago, al norte, y de la ría de Arousa, al sur. Crear actividades alrededor de la lamprea es una alternativa a tener en cuenta. Porque a los turistas, especialmente a los que vienen de otros países, les gustan los sabores propios, según explicó el guía de turismo Juan Seage.
Con todas esas reflexiones en el aire, hoy la jornada arrancará con las palabras del científico Tomás Sobrino, el encargado de leer este mediodía el pregón de la fiesta. Luego, a comer.