Las dornas mecas amarrarán este fin de semana junto al Náutico en una nueva Arribada á Barrosa

San Vicente do Mar será testigo desde el próximo viernes y durante tres días de una nueva Arribada á Barrosa, la quinta desde que Miguel de la Cierva decidiera impulsar está iniciativa con el objetivo de darle visibilidad a la cultura marítima tradicional y poblar el arenal de dornas como antaño. Para ello colabora desde entonces con la Asociación Amigos da Dorna Meca y ha logrado amarrar en A Barrosa tres embarcaciones, dos de ellas compradas y cedidas, y otra más a flote al haber asumido los gastos de su recuperación. Embarcaciones todas ellas que duermen bajo techo en una nave con la que también contribuye.

Del 30 de agosto al 1 de septiembre, arribarán a la playa una docena de barcos tradicionales, en su mayoría dornas, que harán las delicias de los bañistas, porque además saldrán a navegar por el entorno. Será una estampa digna de ver, toda una oda al patrimonio marítimo que deja patente la necesidad de su conservación. Ver las barcas varadas a la orilla es una imagen que cautiva a quien desconoce esta vertiente cultural que tan bien define el pasado de un municipio como O Grove. Lo que no ha trascendido es si este año, como es costumbre, se unirá a la flota un nuevo barco, pero será una especie de residencia marítima que aportará una esencia especial al Náutico.

El verano pasado le tocó estrenarse en el mar a la No ves, que fue bautizada sobre la arena como corresponde, con voz y música de la artista Silvia Pérez Cruz, y un gran ambiente en el arenal apoyando un evento ya consolidado y que atrapa el interés de los visitantes que ansían en ocasiones poder realizar una travesía a vela por la ría, cosa que a veces sucede, pues los integrantes de la asociación Dorna Meca tienen como fin mantener vivo el espíritu de la navegación tradicional, cuestión de la que disfrutan durante todo el año.

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