El piragüismo gallego, a dejar su sello en la única cita de esprint del año

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

MARTINA MISER

El tomiñés Roi Rodríguez encabeza la flota galaica en la Copa del Mundo de Hungría

24 sep 2020 . Actualizado a las 20:35 h.

El año 0 de la primera pandemia del Siglo XXI se cerrará para el piragüismo mundial con el recuerdo de la Copa del Mundo de Szeged, Hungría, como único apunte caligráfico en la hoja en blanco en la que se ha convertido el calendario internacional de esprint del 2020. La selección española se ha desplazado a la cita con 27 palistas, siendo una de las escasas delegaciones nacionales que han apostado por viajar con un equipo tan nutrido a los tres días de competición que en la mañana del viernes dan su pistoletazo de salida. Una selección hispana, cierto es, desprovista del grueso de sus estrellas, con la media docena de aspirantes a ocupar el K4 500 masculino y los titulares del K1 200, Teresa Portela y Carlos Garrote, optando por quedarse en casa para primar su planificación con vistas a Tokio 2021.

En un campeonato que no alcanza los 400 palistas y 26 países, con cualquier Copa del Mundo ordinaria doblando ambas cifras, el equipo español cuenta con una decena de gallegos. Entre ellos, Roi Rodríguez (Kayak Tudense), referente en un grupo marcadamente joven junto a los vigentes subcampeones del mundo del olímpico K2 1.000, Paco Cubelos (UCAM Murcia) e Íñigo Peña (Zumaia).

Completan la nómina de palistas de clubs gallegos en Szeged los canoístas David Barreiro (Breogán), Antía Jácome y Antía Otero (Ciudad de Pontevedra) y Raquel Da Costa (Rías Baixas); los kayakistas Pelayo Roza (Fluvial) y Albert Martí, Pedro Vázquez y Lara Feijoo (Tudense) y el paracanoísta Adrián Mosquera.