La moda del « geocaching» lleva a numerosos aficionados a Cambados en busca de objetos escondidos

Bea Costa
bea Costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

Exposalnés fue uno de los enclaves en los que los participantes tuvieron que seguir la pista

23 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El geocaching llevó ayer a Cambados a numerosas personas. Este movimiento mundial consistente en convocar, vía Internet, la búsqueda de una serie de objetos en un lugar concreto dejó este fin de semana setecientos reclamos en el municipio cambadés. En el edificio de Exposalnés, por ejemplo, había escondido un pequeño barril de albariño y por allí pasaron a lo largo del día numerosos aficionados a esta suerte de búsqueda del tesoro virtual. Entre ellos estaban Manu Burló y Marcos Martínez, llegado el primero de Alicante y el segundo, de Murcia, que encuentran en este juego una manera de viajar y de conocer gente. Burló cuenta que lleva seis años haciéndolo, lo cual le ha llevado a destinos tan dispares como Alemania, Marruecos, Italia y Reino Unido. Ayer recaló en Cambados, lugar que visitaba por primera vez, donde se paseó identificado con una tarjeta del geocaching colgada del cuello y el móvil en la mano. Siguiendo las coordenadas que figuraban en la web, encontró el edificio en A Calzada, localizó el barril en la planta baja, firmó en el libro de registro, y a por la siguiente sorpresa. ¿Una afición un poco cara no? «Otros se gastan el dinero en el fútbol, yo prefiero esto, me lo tomo como una forma de hacer turismo», explica. Y como él, otras cinco millones de personas se han sumado a esta moda de recorrer mundo buscando un tesoro sin valor económico pero muy apreciado.