Vox tendría que duplicar sus votos del 2019 para lograr un concejal en Vilagarcía

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Hace cuatro años, la ultraderecha solo fue capaz de rebasar el 5 %  de los sufragios en tres mesas de A Laxe, Carril y O Piñeiriño

21 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque alguno de sus militantes acostumbra a asistir a los plenos, la irrupción de Vox en el mapa electoral de Vilagarcía, que la formación ultraderechista anunció la semana pasada, supone una sorpresa que obliga a reequilibrar los cálculos que las diferentes formaciones que se medirán el 28 de mayo habían desplegado ya. No tanto por la capacidad de la candidatura que liderará Marcos Rodríguez para obtener representación en la capital arousana, algo que está por ver, como por la distorsión que su mera presencia puede introducir en las estrategias y expectativas de los demás contendientes.

Es natural que los análisis se centren en el arco derecho del abanico ideológico, en cuyo extremo se sitúa Vox. Desde que Independientes por Vilagarcía emergió, en 1999, el Partido Popular solo ha defendido en exclusiva el marco del centro-derecha en las elecciones municipales del 2015, cuando Tomás Fole perdió la alcaldía. Hace cuatro años, ya sin Ivil, los conservadores compitieron por su electorado con Ciudadanos y, a su manera, también con UPyD y la propia ultraderecha. Desaparecida la formación naranja que lideró David Oliveira, la gaviota de Ana Granja aspira, con lógica, a aprovechar una marea favorable y absorber ese 5,17 % de los votos que en el 2019 otorgaron a C's un concejal. El 28M revelará hasta qué punto la nostalgia extremista de Abascal y los suyos puede interferir en ese objetivo.

Por lo pronto, la breve trayectoria de Vox en Vilagarcía es muy discreta. De las cuatro ocasiones en las que sus siglas se midieron en las urnas, las dos generales del 2019 ofrecieron a la ultraderecha un resultado que merece ser calificado de positivo. Sin ser nada extraordinario, un 7,2 % de los sufragios, la cosecha de noviembre situó al partido como cuarta fuerza de la ciudad, por delante del BNG. Las municipales del aquel año supusieron, sin embargo, un duro revés. Únicamente en una mesa de Carril, otra de O Piñeiriño y en la de A Laxe rebasó Vox el 5 % que le habría dado derecho a entrar en el reparto de concejales. Las autonómicas del 2020 fueron calamitosas.

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Aquel mitin de Espinosa. Más allá del papel que su entonces candidato, Diego Bravo, desplegó en el 2019, el único mitin destacable de Vox en Vilagarcía fue el que Espinosa de los Monteros protagonizó en la campaña de las autonómicas del 2020. El portavoz de la ultraderecha en el Congreso desfiló protegido por antidisturbios y abucheado por los participantes en una concentración por la sanidad pública.

El tirón electoral de las generales se esfuma en municipales y autonómicas

Hace cuatro años, el último de los 21 concejales que Vilagarcía ponía en juego fue para Ciudadanos, con 943 votos. Vox se quedó en la mitad, apenas 444 papeletas y un 2,44 % de los sufragios. De los 55 puntos en los que votaron los vilagarcianos, la ultraderecha solo logró sobrepasar el límite del 5 % en la mesa de A Laxe (6,4 %), una de Carril (6,1 %) y otra de O Piñeiriño (5,4 %). En el polo opuesto, únicamente tuvo un solitario voto en la mesa de Castroagudín y en una de las del auditorio. Su cosecha en las autonómicas de julio del 2020 fue incluso peor. La formación de Abascal atrajo al 1,7 % de los votantes.