Cinco líneas de autobús para resolver el jeroglífico del IES Cotarelo Valledor

No fue sencilla la reunión que ayer mantuvo parte del equipo directivo del IES Armando Cotarelo Valledor con las familias de los alumnos que han sido trasladados desde el IES Bouza Brey al instituto de Sobradelo. No fue fácil porque las familias llevan muchas semanas sin demasiada, por no decir ninguna, información y porque la solución que se ha planteado para el jeroglífico del transporte de los chavales deja atrás a muchos. Deja, para empezar, a los de Cornazo, que si quieren viajar en autobús hasta el centro escolar de Sobradelo deberán desplazarse o bien a O Piñeiriño o bien a Fontecarmoa. Deja fuera también a los alumnos que viven en la avenida Doutor Tourón, en el entorno de la glorieta de la Marina Española, a los que les correspondería por su domicilio el IES Castro Alobre, pero en el que no pudieron entrar por falta de plazas en Primero de ESO, y que ahora se ven abocados a tener que ir al Cotarelo sin plaza de autobús, porque no tienen derecho. Y le cambia la vida también a quienes tenían su instituto a pocos metros de su casa y que ahora tendrán que desplazarse para subirse al bus de la nueva línea.

En el campo de fútbol

Tampoco es que la nueva línea será la panacea para los afortunados que la podrán disfrutar, que serán básicamente los que cubrieron a mano (porque cabe recordar que no aparecía la opción en el impreso) la matrícula poniendo esa opción. El autobús parará por O Piñeiriño a las 8.10 de la mañana y dejará a los chavales en el campo de fútbol del San Martín porque, al parecer y según explicaron los miembros del equipo directivo en la reunión que ayer mantuvieron con las familias, no hay posibilidad de que al autocar, por su tamaño, llegue hasta las inmediaciones del instituto. La distancia que deberán recorrer andando será de unos trescientos metros y deberán cruzar en el tramo final la calle que da acceso al centro sin paso de peatones. Mucho mejor, en cualquier caso, que aventurarse por la avenida de Cambados y adentrarse luego en la rúa Ameixeiras, en la que no hay aceras, que es la ruta que utilizarán la mayoría de los alumnos que vayan andando a sus clases.

El jeroglífico del transporte también tiene consecuencias en los horarios del centro. Así, el IES Cotarelo Valledor cambiará su hora de entrada de las nueve menos diez de la mañana a las nueve en punto y variará también los recreos. Si antes había dos de veinte minutos de duración cada uno, ahora habrá uno solo de treinta minutos para que la salida se mantenga a las dos y media de la tarde.

Para quien no haya sido uno de los 55 afortunados (más los once de Rubiáns) que han conseguido plaza en la nueva línea que ha preparado la Xunta siempre le queda la opción de llegar al instituto en la línea urbana que cubre la ruta entre Vilagarcía y Vilaxoán y que les dejará en la avenida de Cambados. Que la solución no ha satisfecho a la mayoría de las familias lo resumió ayer un padre a la perfección: «Isto non é o que nos prometíchedes», soltó en la reunión. Hoy habrá un segundo capítulo para quienes no pudieron ir ayer.,

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