Piscinas y gimnasios vuelven a funcionar al 30 % de su aforo

Serxio González Souto
s. gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Las medidas de precaución se extreman para que nadar y hacer ejercicio sea completamente seguro

27 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hubo un momento, en octubre, al poco de recobrar su funcionamiento, en el que nadar en la piscina municipal de Vilagarcía se parecía inquietantemente a lo que podría sentir uno de esos viajeros espaciales del celuloide que se mantienen de guardia en un largo viaje interestelar mientras sus compañeros duermen el sueño de la hibernación. Una soledad prácticamente absoluta bajo el agua que se fue matizando con el paso de las semanas, hasta que las instalaciones de Fontecarmoa recuperaron un cierto nivel de asistencia. Ayer, tras el mes de cierre impuesto para frenar la tercera ola del coronavirus, gimnasio y piscina volvieron a abrir sus puertas, con un nivel de utilización semejante al de la primera quincena de febrero y una novedad importante: a diferencia de lo que ocurrió en aquellos últimos días, de nuevo está permitido ducharse.

El decreto que regula el uso de los complejos deportivos a cubierto en esta fase de la pandemia establece un aforo más estricto, que se reduce al 30 % de su capacidad, lo que en Fontecarmoa equivale a menos de doscientas personas entre la zona de gimnasio y la de piscina. El área de SPA continúa clausurada y las actividades físicas que impliquen un desempeño colectivo se limitan a cuatro personas, siempre con mascarilla. La única excepción a la protección facial rige para los nadadores, única y exclusivamente mientras permanecen a remojo, ya que es obligatorio usarla para acceder al vaso.

Más allá del nado individual, los alumnos del ciclo superior en Animación de Actividades Físicas e Deportivas que imparte el instituto Miguel Ángel González Estévez, de Carril, y los participantes en el taller formativo de salvamento y socorrismo que impulsa el Concello de Vilagarcía pudieron volver al agua.