La fortuna volvió a sonreírle a través de un par de boletos del 19371, un quinto premio que se traduce en seis mil euros por cada uno
23 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Hablar de Casa Samuel significa hablar de dos cosas: buena comida y premios de lotería. Aunque hacía tres años desde su último encuentro con el sorteo de Navidad, el establecimiento que regenta Alfonso Blanco Tío es un referente a la hora de pensar dónde comprar un décimo. Ayer, la fortuna volvió a sonreírle a través de un par de boletos del 19371, un quinto premio que se traduce en seis mil euros por cada uno.
Fon explica que, a lo largo delos últimos tiempos, en su casa se han colocado otros tres quintos premios y un cuarto en la Lotería de Navidad, además de otros muchos sorteos, «pero é certo que dende hai tres anos no Nadal non se daba nada».
Será difícil conocer al afortunado o a los afortunados ganadores, porque Casa Samuel expide sus décimos a través de la consabida máquina, que proporciona efectividad y cualquier número con el que se encapriche el cliente, siempre que esté disponible, pero contribuye a convertir la relación entre el lotero y el jugador en un mero trámite anónimo. Independientemente de lo que esté sucediendo en este año marcado por el covid, Fon Blanco considera que «este formato ten máis público» y que, de hecho, las ventas se han ido incrementando progresivamente.
Abierta en 1946, ubicada en Vilanoviña (Meis) y reformada recientemente, Casa Samuel está gestionada por la tercera generación de la familia fundadora de un negocio que echó a andar como una taberna de toda la vida, con venta de prensa y lotería.