El Cortegada puede volver hoy a la Liga Femenina

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Antonio Garrido

Pelea esta tarde a las cuatro con el Movistar Estudiantes una plaza en la élite, tras doblegar al Ciudad de los Adelantados con un brutal parcial de 19-4 en el último medio cuarto

23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuarenta minutos y 1 segundo de juego acabaron ayer con el Kemegal Cortegada clasificado para la que será la primera final en siete años del club vilagarciano por un ascenso a la Liga Fememina; esta tarde, a partir de las cuatro frente al Movistar Estudiantes en el Palacio Municipal de los Deportes de León. 40 minutos de un duelo con el Ciudad de los Adelantados, con las de Rubén Domínguez ofreciendo su versión premium para imponerse 84-71 al campeón del Grupo B de la fase regular de la Liga, precedidos por el último segundo del duelo entre el Sant Adriá y el Leganés, con triunfo catalán 57-55 merced a la canasta in extremis de Xenia Artiga. Descartada la posibilidad de un triple empate en el que el Cortegada solo lograría pasar con una paliza de escándalo a su último rival de la liguilla, el conjunto gallego se ganó con todas las de la ley el derecho a batirse en duelo por volver a ser equipo de Liga Femenina firmando 35 muy buenos minutos, y un último medio cuarto espectacular, en el que sometió a su rival con un inapelable parcial de 19-4.

Si el Cortegada arrancaba el partido sabiendo que le bastaba ganar de uno para jugar hoy, el Ciudad de los Adelantados partía obligado a una paliza antológica al cuadro gallego para salir airoso de un triple empate a un triunfo con el Leganés. Pero las de Rubén nunca dieron opción a ello.

Andrade abría el marcador yéndose hacia la canasta enemiga nada más solventarse el salto inicial subiendo el 2-0, y personificando el hambre que ayer se reflejó en la expedición arousana de principio a fin. A partir de ahí, continuas alternativas en el marcador en el primer cuarto, pero con tres datos que aventuraban ya lo que finalmente ocurriría: El Cortegada dominaba el rebote (38 frente a 24 al final del encuentro), su quinteto titular estaba enchufado al completo, sin apenas concesiones en pérdidas de balón, y las muñecas vilagarcianas se congraciaban con unos aros que se les habían cerrado en la derrota de la primera jornada frente al Sant Adriá, acabando el partido con un 55 % de acierto en el tiro de 2 y del 60 % en el de tres. Sinclair y Vivas tiraban y tiraron del carro canario; hasta el momento de la verdad.

Un parcial de 12-3 daba el mando a las de Rubén al término del primer acto, 20-15. Pero el Ciudad de los Adelantados, que se veía 9 abajo en el arranque del segundo cuarto, llevó el marcador a un 34-34 al descanso con otro parcial, de 3-11, en el que mucho tuvieron que ver una gran defensa a toda cancha, y la tercera falta de Sara Gómez con solo quince minutos y medio jugados.

Un palmeo de Andrade y un triple de Belén dieron el control del electrónico a las de Rubén en los seis últimos minutos del tercer acto, llegando a disponer de 9 de ventaja. Y con un 58-54 empezó la cuenta atrás del último cuarto.

Dos tiros libres de una Outland ayer desdibujada por el Kemegal y un triple de Vivas en una posesión en la que el cuadro canario lanzó tres veces desde más allá de la línea de 6,75 pusieron por dos veces al Adelantados por delante. Con 65-67, lejos de titubear, el Cortegada se creció tras un tiempo muerto de Rubén.

Un triple de Sara abrió el festival vilagarciano, impulsado por los robos de balón de Andrade y las penetraciones con canasta de Belén, encontrando en un 19-4 la combinación que abría la caja de caudales donde se escondía la entrada para la gran final de hoy.

Un rival por el ascenso que encadena 17 triunfos, pero con cinco horas menos de descanso

El Movistar Estudiantes es un equipo que infunde el mayor de los respetos. No solo por llegar al partido por el ascenso como campeón de su grupo en la liguilla disputada entre el jueves y el día de ayer en el Palacio Municipal de los Deportes de León, con un último triunfo 52-56 ante un anfitrión Aros Patatas Hijolusa que se jugaba la posibilidad de clasificarse para las finales de hoy y que quedó apeado con un solo triunfo, frente a los dos del Pacisa Alcobendas. El Movistar Estudiantes encadena además 17 victorias en sus últimos compromisos oficiales, los 14 últimos partidos de la fase regular de la Liga -toda la segunda vuelta más el último de la primera- y los de la fase de ascenso.

Con la alero Irene San Román como referencia ofensiva acompañada de la cinco de 1,88 Mariana González, esta última también puntal reboteador, el conjunto madrileño lleva 68,3 puntos anotados de promedio en León, 10 más de los que ha recibido. Rubén Domínguez se refería ayer a su rival por el ascenso como un equipo talentoso, que explota el acierto de sus exteriores y las ventajas que estas generan para sus pívots. Ganar hoy pasa, dice el técnico del Cortegada, por «jugar como jugamos hoy -por ayer-» frente al Ciudad de los Adelantados, «intentando empezar bien el partido, construyendo nuestro juego ofensivo con paciencia, con todas nuestras jugadoras apareciendo al nivel de toda la temporada, y ganando el rebote». Pacisa Alcobendas y Sant Adriá dilucidarán después el otro ascenso.