«Un bebé no quiere manipular a nadie»

La Voz

AROUSA

Miguel Villar

Reconocido pediatra y conferenciante, el zaragonazo ofrecerá hoy una charla en el Pazo da Cultura sobre autoridad y límites con los niños

25 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Escritor y pediatra, Carlos González (Zaragoza, 1960) figura a día hoy como uno de los pediatras más reconocidos del mundo gracias a su labor como docente y sus libros sobre alimentación y educación infantil. Ayer llegó a Pontevedra para participar en Núbebes, y hoy ofrecerá, de 11 a 13 horas, en el Pazo da Cultura, la charla Autoridade e límites.

-¿Se habla más que nunca hoy sobre qué educación y qué modelo escoger para criar a los hijos?

-Siempre ha sido un tema a tratar. Libros sobre el asunto se han escrito desde hace décadas y las librerías están llenas de ellos.

-¿Pero hay mejores o peores teorías, o simplemente diferentes?

-Bueno, yo tendré que pensar que la mía es la mejor. No porque yo sea especialmente creído, sino porque si pensara que hay una mejor cambiaría la mía por ella. Personalmente, las teorías más extendidas que vi y viví me parecían poco respetuosas con los niños y con los padres. Hace años la educación se basaba en atar a los niños en corto y en no dejar pasar ni una. Que si castigos, que si el niño te toma el pelo... Como pediatra me di cuenta de que eso solo podía causar conflictos. Parecía que el bebé podía dar un golpe de estado o algo así. Pensé que valía la pena que existiera un libro diciendo otra cosa, y así la gente podría elegir que educación ejercer.

-¿Qué propone usted?

-Tratar a los niños con cariño y respeto, como sería lógico con cualquier ser querido. Si un bebé llora no quiere manipular a nadie, simplemente lo está pasando mal, como todo el mundo. Lloran cuando están mal y ríen si están bien, es simple e igual que un adulto. Si un niño llama a sus padres es porque los necesita.

-En España los niños comienzan muy temprano la guardería. ¿Es correcto esto?

-Es un motivo laboral. En Europa otorgan más facilidades para cuidar a los niños, sea con permisos de maternidad más largos o con reducciones de jornada menos abusivas. Muchas veces aquí se escoge entre trabajo e hijos y es un problema. Criar a la próxima generación debería ser la prioridad de una sociedad. No hay nada más importante que cuidar a nuestros hijos.

-Tiene criticado ese lema de «trabajar para darle todo al niño» y olvidar, simplemente, estar con él.

-Los niños pequeños solo quieren tu atención y tus brazos. Un niño de tres años que llora a medianoche, no quiere una bicicleta. Pide que vayas. «Si no lloras te compro la bici». Si lo hace llorará aún más y pensará que encima se queda sin bici. No tiene sentido el pensar así.