«Si nos organizamos, mojamos todos»

sara meijide VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

El Techno house y el electro latino triunfaron en la previa de la Festa da Auga

17 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Para todo hay una primera vez, y para mojarse también. 180 kilómetros se recorrieron un grupo de ocho amigos lucenses para «pasarlo bien y vivir una experiencia única todos juntos». Vivir, en otras palabras, la inigualable Festa da Auga. Paula, Marta, Elba, Abi, Marta, Noa, Iago y Javi llevaban cerca de un año planeando esta mojadura. A pesar de que alguno repite, ha sido la primera vez que estos ocho magníficos se ponen de acuerdo para acudir, sin ninguna baja en el equipo, a la fiesta vilagarciana. La hora de llegada de los lucenses fue las siete de la tarde, pero la de salida no estaba nada clara. «Hasta que el ron se acabe y hasta que el cuerpo aguante», decían entre risas.

Encontrar un lugar, ya no donde dormir, sino en el que dejar la ropa para cambiarse después del Agua fue una de las tareas más complicadas para estos amigos. El más que demandado San Roque hizo que en mayo no encontraran ni un hostal en el que poder alojarse juntos. Sus planes parecían hacer aguas, nunca mejor dicho, hasta que alguno se acordó de aquello que decía: «Los amigos de mis amigos, son mis amigos». Y es que la caridad de las personas se eleva a la décima potencia si de correrse una buena juerga estamos hablando. El «rocho», de una amiga de una amiga, sirvió de guarida para estos juerguistas. Compartieron espacio con sacos, colchones y mochilas mezclados con armarios, abrigos de invierno y hasta una elíptica, para que fuesen cogiendo fondo para la noche que les esperaba.

Pero nada les quitaba a estos chicos las ganas de una noche interminable. Unos buenos bocadillos para cargar las pilas a tope, «el de jamón asado con beicon y queso es el mejor en estas ocasiones», recomendaba Javi. Fotos para las redes sociales, unas cañas, risas e hipótesis de cómo sería la noche hicieron de una simple bocatería de la ciudad el mejor de los lugares para hacer esta «previa» entre colegas. Ron, hielos y vasos en mano. Dirección puerto y en busca de música para ir entrando en calor. Una vez explorado todo el terreno disponible, que a la una de la madrugada ya era más bien poco, optaron por ir dando tumbos toda la noche. Lo mismo daba que sonara Caribe Mix como lo más nuevo del techno house. Todo valía siempre que permitiese pasarlo muy bien.

La noche transcurrió sin ningún problema hasta «la hora de la retirada». A las nueve muchos decidieron darle a pausa. Descansar algo y llegar a la mojadura con las pilas bien cargadas. Otros, sin embargo, optaban por el reenganche. Problema: una sola llave del portal. Un percance al que no se le da importancia en plena fiesta, pero que cuando el cansancio aprieta comienza a ser una «liada». Pero tras pedir a algún vecino que le abriesen la puerta y dejar bien claro que eran «invitados que dormían en el rocho cuarenta», todos llegaron, como esperaban, al ansiado Agua. Si nos organizamos mojamos todos, decían sus camisetas. No se sabe si con orden o sin el, pero empapados acabaron bailando éxitos como Paquito el Chocolatero o Sarandonga por A Baldosa y deseando que llegue pronto la próxima mojadura, la del 2017.