Kito Parada, el técnico meco, analiza día a día y rival a rival las opciones de su equipo para dar el gran salto
12 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.A las tres y media de la tarde de hoy arranca el último acto de la que, pase lo que pase de aquí al domingo en la localidad vasca de Basauri, es ya la mayor obra coral de un equipo sénior masculino en la historia del Rasoeiro. Con la salida desde el Pabellón Monte da Vila hacia la localidad vasca de Basauri de la expedición meca que hará debutar al club en una fase de ascenso a Primera División Nacional. Derribado el techo deportivo, Kito Parada afirma que sus compañeros/pupilos y él están convencidos de que pueden culminar la faena, cerrando sus tres compromisos frente a los campeones de Euskadi, Navarra y Cantabria entre los dos mejores y ganando así el salto a la categoría de bronce del balonmano español.
Basauri (viernes, 20 h.)
El anfitrión como indigesto aperitivo.
El calendario de competición obliga al Rasoeiro a arrancar la fase de ascenso mañana frente al equipo local. El «equipo máis forte» en opinión de Kito Parada, «polo que nos contaron, de xente nova, á que lle gusta correr. Polo que din na prensa vasca o Basuri prefire enfrontarse a nós primeiro, sobre todo por ser galegos, porque nos últimos anos están ascendendo moitos equipos galegos e pensan que é a Liga autonómica máis complicada». La radiografía del cuadro vasco manejada por el técnico meco es la de una escuadra «non moi alta, pero si rocosa e corpulenta, que lle mete moita velocidade ao balón e busca darlle moito ritmo ao seu ataque con penetracións». Que Basauri defienda en 6-0 «non é que nos veña mal», dice Kito. Como tampoco el hecho de que, al medirse al anfitrión de la fase, el primer día le corresponda al Rasoeiro jugar a última hora, con lo que dispondrá de casi 24 horas de descanso desde su llegada prevista a primera hora de la noche de hoy.
Maristas (sábado, 16.30 h.)
El campeón de Navarra se interpone en el día clave.
«O primeiro partido é clave, porque se gañas tes un pé no ascenso. Pero o máis importante é o segundo. Porque o fundamental é chegar con puntos ao domingo». En línea a su criterio, Parada se topará el segundo día de la fase con el sobre el papel peor rival, por ser el único que, por lo que sabe, parece manejar una defensa abierta, alternando el 3-2-1 y el 5-1, que tan mal se le da atacar al Rasoeiro. El hecho de que su rival navarro disponga de una plantilla grande, mezcla de veteranía y juventud, explica el grovense, debería sin embargo jugar en favor de los gallegos, al «poder facerlles máis dano nas transicións».
Colindres (domingo, 10.30 h.)
El último as en la manga.
«Din na prensa vasca que Basauri lle gañara doadamente a Colindres na pretempada», apuntaba ayer Parada. «Semella o máis asequible dos tres rivais», dice el arousano, precavido no obstante frente a su juego en estático por la habilidad del campeón cántabro a la hora de cargar su balonmano sobre su pivote. Afinar el lanzamiento ante el buen portero del Colindres es el otro factor referencial manejado de partida por Kito.
«Sobre todo, nunca debemos baixar os brazos», resalta el entrenador-jugador meco. «Nun sector con dous postos de ascenso non é o mesmo pinchar dun gol que de cinco, porque ao mellor non che vale para ese día, pero si o último, xa que son frecuentes os empates a puntos na clasificación final».
Con tres partidos en poco más de día y medio real, algo a lo que nunca se ha enfrentado el Rasoeiro, la mayor preocupación de Kito Parada antes de la salida hacia Basauri es el estado físico de su equipo. Sin los juveniles Sergio y Dani, que por normativa no pueden jugar, el Rasu sale con 16 efectivos, pero cuatro de ellos tocados, alguno incluso hasta el punto de ser duda. Mouco (lateral/extremo derecho) lleva una semana sin poder lanzar por su problema en un hombro, Martín (central/pivote) paró el lunes por un esguince de tobillo, el portero Ángel lleva tres semanas inactivo por sus molestias de espalda, y Billo sufre un esguince en su muñeca izquierda. Los tres primeros, titulares.
camino a primera nacional el equipo parte a basauri con la convicción del sí se puede