Los callos de San Martiño y otras comilonas

AROUSA

Hortumia celebró su comida anual en un restaurante.
Hortumia celebró su comida anual en un restaurante. m.m.< / span>

16 nov 2014 . Actualizado a las 04:50 h.

O Grove festejó ayer el San Martiño, que al no ser festivo este año se desplazó hacia el fin de semana. Y lo hizo por todo lo alto. Los vecinos fueron fieles a su cita con el patrón de la localidad y participaron activamente en un completo programa de actos en el que, por supuesto, no pudieron faltar los callos. Los que no llegaron a la cita fueron el alcalde, Miguel Pérez, y los concejales Marta Domínguez y Manuel Ochoa. Una avería en el avión que los tenía que traer de Buenos Aires les obligó a quedarse en la capital argentina un día más de lo previsto. Así que se quedaron sin ración de callos, sin ver lo bien que bailan los de Cantodorxo y sin escuchar el pregón que leyó Guillermo Campos.

Aunque la misa de la fiesta tuvo lugar el pasado martes, cuando fue el día de San Martiño, ayer volvió a celebrarse esta eucaristía. Al terminar, los vecinos comenzaron a congregarse en O Corgo, donde se concentraron buena parte de los festejos. Tras la mañana de baile y degustaciones, por la tarde le tocó el turno a la banda de música de la localidad. Sus músicos interpretaron el concierto que el mal tiempo obligó a posponer durante la pasada Festa do Marisco.

De fiesta estuvieron también ayer los socios de la cooperativa Hortumia, de Cambados. Celebraron su tradicional comida anual con una misa. Posteriormente, se desplazaron al restaurante Casa Portuguesa, de Meaño, para dar cuenta de una buena comida. Al terminar la misma, la cooperativa quiso premiar a los socios que mejores productos presentaron a lo largo del año. La empresa Lede Pérez se llevó el galardón por las mejores cebollas, mientras que Florentina Pérez hizo lo propio por sus repollos. En judías, la victoria fue para Vicente Grande. En el acto, que terminó con una sesión de baile, participaron un centenar de personas.