El Concello renuncia a elevar el paso de cebra central de Ravella

Serxio González Souto
S. González VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Los semáforos seguirán en ámbar hasta que pase La Vuelta a España

09 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Pasan los días y en Vilagarcía el asfaltado de la principal travesía que atraviesa la ciudad, dividida entre las avenidas Juan Carlos I y Rosalía de Castro, continúa protagonizando la actualidad cotidiana. Poco a poco, el Concello va definiendo, de forma paralela, la forma en la que a partir de ahora se regulará el tráfico en la plaza de Ravella. La intención de unir los jardines con el acceso a la Casa do Concello, al hilo de las obras de pavimentación, se ha materializado ya con el pintado del paso central de peatones, que sustituye a los antiguos tránsitos de las esquina del bar Campos y el banco Etcheverría. La primera intención del gobierno local pasaba por elevar este paso de cebra, a fin de que los automovilistas reduzcan su velocidad en este lugar. Ahora, sin embargo, el bipartito conservador ha decidido renunciar a ello.

Hay dos razones que explican este cambio de criterio. La primera reside en el hecho de que, sobre el papel, no se podría instalar una estructura de estas características hasta que Fomento traspasase la titularidad del vial a la Administración local. Pero, además, los responsables municipales se han percatado de que el paso de peatones contará con los semáforos que hoy funcionan frente al bar Campos. «Además de regular la circulación, obligarán al conductor a reducir la velocidad, que es la función que se persigue al elevar los pasos», razonan fuentes de Ravella.

Cabe preguntarse, a continuación, en qué momento trasladará el Concello no solo este par de semáforos, sino también los que están instalados en la esquina del Etcheverría, que pasarán a regular el paso de cebra de la confluencia entre la avenida y la calle Castor Sánchez. «Los preparativos para su desplazamiento ya se iniciaron hace días, con la colocación de tuberías de cableado en las aceras, a ambos extremos de la calzada», explican fuentes municipales. No obstante, la obra no proseguirá hasta que La Vuelta haya cruzado Vilagarcía, pasado mañana. «Se trata de garantizar la seguridad de los deportistas, porque será necesario romper la acera para construir las rampas y eliminar barreras arquitectónicas», añaden los responsables municipales. Por último, será preciso que el personal de las brigadas de Obras y Electricidade se coordine con la empresa encargada de instalar las señalizaciones lumínicas.

Entretanto, los semáforos que serán objeto de esta actuación continuarán funcionando en color ámbar, tal y como lo llevan haciendo desde que se inició el asfaltado de Juan Carlos I. Esta señalización intermitente, recuerda Ravella, opera como indicación de advertencia tanto para los automovilistas como para los viandantes, y debe ser respetada. Como en cualquier obra provisional, concluye el gobierno local.