La cofradía de A Illa acomete un plan de regeneración en O Areoso

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Además de arar y sembrar, se están controlando los depredadores

05 sep 2013 . Actualizado a las 06:57 h.

Los mariscadores de A Illa llevan ya demasiado tiempo encadenando frustraciones. Cada nueva campaña, lejos de espantar el fantasma de la crisis, parece agudizar la mala situación. En medio de este mar de desolación, hasta las noticias que abren una puerta a la esperanza son recibidas con cierto escepticismo, con muchas cautelas. Quizás eso explique la mesura con la que el patrón mayor, Ángel Iglesias, explicaba ayer el plan de regeneración que se ha ejecutado en el entorno de O Areoso.

Los bancos que rodean la isla siempre fueron ricos en almeja. Sin embargo, la abundancia de antaño se había visto mermada considerablemente en los últimos tiempos. ¿La razón? La cofradía lleva años denunciando la llegada masiva de embarcaciones hasta este islote. El ajetreo le ha pasado factura a los bancos marisqueros. «As hélices revolven os fondos xusto nos mese do verán, que é cando está pousado o desove», argumenta Iglesias.

Para recuperar las buenas cosechas de antaño, el pósito presentó un plan de regeneración para la zona, que se complementa con otro para el área que se extiende frente a las playas de Con Serrado, Lavanqueira y Camaxe. Las iniciativas parecen haber convencido a la Administración, ya que la Xunta ha concedido una subvención de 60.000 euros para estos dos programas.

La actuación ya está en marcha en O Areoso. En primer lugar, el sustrato ha sido arado y aireado, según relata el patrón mayor. Acto seguido, se vertieron sobre él unas 800.000 unidades de babosa. Pero con poner la semilla no es suficiente. La almeja, sobre todo cuando es pequeña, necesita cuidados y protección. Por esa razón, se han lanzado nasas al mar que envuelve la isla de arena para cazar a los depredadores que abundan en la zona: las cornetas. Los primeros días de lucha contra estos depredadores se saldaron con grandes capturas de esta especie, que tiene un apetito voraz. Las nasas aún se siguen largando. Pero cada vez, vuelven con menos capturas.