Tras una jornada muy ajetreada, San Roque volvió en la tarde de ayer a la iglesia parroquial acompañado, esta vez sí, de sus fieles. La procesión transcurrió tranquila. Partió a las ocho y media de la capilla en la que el santo esperaba desde el mediodía y prosiguió con recogimiento hasta Santa Eulalia, acompañada de los sones de Os Terribles de Arousa y de la Banda de Música de Vilagarcía.
Tras el santo iba la mayor parte del gobierno local. El primero, el alcalde, Tomás Fole, acompañado de la presidenta de la Autoridad Portuaria, Sagrario Franco, y el senador José Luis Rivera Mallo. Con ellos seguía también a la imagen el pregonero de las fiestas de San Roque, Xacobe Pérez. Más atrás iban las concejalas Rocío Llovo, Elena Suárez, Ana Granja y Sandra García, entre otras autoridades.
Quien faltó a la cita fue el edil de Cultura, Francisco González, a quien tras la polémica por las subvenciones del Feirón no se le volvió a ver en ningún acontecimiento festivo.
Los fieles se fueron sumando a medida que el santo y sus acompañantes enfilaban la calle de San Roque y luego seguían su recorrido por la plaza de la Independencia en dirección a la iglesia parroquial, donde el santo pudo por fin descansar después de una jornada muy ajetreada. Hasta el año que viene, que habrá más.