Como en cualquier convenio urbanístico, el acuerdo al que se llegó ayer tiene una serie de compensaciones para cada una de las partes. En todo caso, todavía quedan una serie de trámites administrativos.
proyecto empresarial
Lo que gana Larsa. Larsa gana 9.000 metros cuadrados para su remodelada planta, en la que invertirá cuatro millones de euros. No se modifica ni la calificación ni la edificabilidad, pero las instalaciones se modernizarán para adaptarse a las necesidades de fabricación de los nuevos productos que comercializará la firma, tanto en el mercado interior como en el extranjero.
cesión municipal
Los elementos protegidos. El Concello recibe en propiedad los elementos protegidos de la finca, es decir, la antigua chimenea, la casa solariega de la familia Rodríguez, el cruceiro y la capilla. Se modifica y disminuye el área de protección, que en el caso de la chimenea pasa de 30 a 15 metros. En el caso de la vivienda, pasa de 16.000 a 7.000 metros cuadrados. En total, el Concello gana 7.000 metros.
tramitación
Impacto ambiental. La firma del convenio es el primer paso de una larga lista de trámites que incluyen la pertinente autorización de la Xunta de Galicia, que deberá informar sobre si es necesaria la declaración de impacto ambiental. Luego, el convenio deberá ser aprobado por la corporación municipal. De hecho, ayer la portavoz socialista, Tania García, criticó que nada más salir de la reunión de la gerencia de Urbanismo, se haya «vendido» el acuerdo como consumado cuando todavía faltan trámites de relevancia.
beneficios
Nuevos puestos de trabajo. En el horizonte de la ampliación de Larsa está la creación de empleo, algo que Vilagarcía y la comarca necesitan como agua de mayo. Sin embargo, el consejero delegado de Corporación Alimentaria Peñasanta no quiso ayer aventurar cuántos nuevos puestos de trabajo podrá generar el proyecto de ampliación de la firma láctea: «Se contempla un crecimiento para los años 2014 y 2015, que se hará a medida que el mercado vaya creciendo, pero no queremos vender humo», dijo Pedro Astals.
las claves del proceso