El SPAD de Vilagarcía es de ámbito comarcal, y de sus servicios se benefician varios concellos de la comarca que, a través de un convenio que se renovaba anualmente, sufragaban los costes de los programas en la parte que no cubrían las ayudas autonómicas. Pero como ya el año pasado se rebajaron las subvenciones en el apartado de prevención, hubo dos municipios, Caldas y A Illa, que se descolgaron de los programas preventivos, aunque seguían participando en los asistenciales, aquellos en los que se da tratamiento a las personas que sufren algún tipo de drogodependencia.
La incógnita para el año que ahora empieza es saber si los ayuntamientos que todavía se mantienen en el programa de prevención estarían dispuestos a sufragar la totalidad de los gastos, habida cuenta de que ya no va a haber un euro de la Administración autonómica.
Tras la confirmación por parte de la Fegamp de que se suspendían los programas, Ángeles Rodríguez, concejala delegada ahora del SPAD en sustitución de Elena Suárez, encargó a los responsables del servicio que hagan un estudio económico para evaluar los costes de los programas de prevención. Posteriormente, se convocará una reunión con todos los concellos integrados en el servicio para decidir si las arcas municipales se pueden hacer cargo de los costes o no.
Los programas de prevención tenían como objetivo concienciar a los más jóvenes en los efectos perniciosos del consumo de alcohol, drogas y otras dependencias. Para ello, se organizaban charlas en los centros escolares y otras campañas de todos conocidas como los desayunos saludables o las sesiones de cine que incidían en estos aspectos.
Desde distintos organismos, se ha llamado la atención sobre el peligro que supone para la juventud dejar de impartir esos programas.