Lo ocurrido con María José Arcos demuestra que ningún caso está del todo cerrado; en la comarca hay varios que esperan su reapertura
19 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.En la noche de San Xoán se cumplirán veinte años del asesinato de José Antonio Paulos, uno de los crímenes sin resolver más antiguos de Galicia pero que sigue presente en la memoria de los vecinos de Rubiáns, que no olvidarán jamás aquella tarde en la que el pequeño, de 8 años, salió con su bicicleta a buscar hierbas y apareció poco después muerto, con un golpe en la cabeza y síntomas de abusos sexuales. Su padre fue juzgado como presunto asesino, aunque se le absolvió por falta de pruebas. Fuese quien fuese, el autor no debería confiarse por el paso del tiempo. Lo ocurrido con María José Arcos, cuyo crimen se reabrió quince años después para encarcelar, al menos como sospechoso a un antiguo novio suyo, demuestra que ningún caso lo está cerrado de todo siempre que haya voluntad para resolverlo.
El del niño de Rubiáns es el más antiguo crimen sin resolver y el que más impactó en la comarca, pero no el único. Está el caso de Aurora Mancebo, de cuya desaparición se cumplieron siete años el pasado 27 de febrero. Aunque residía con sus padres en Tarragona, tenía familia en Vilagarcía, y tanto sus parientes como sus amigos arousanos se manifestaron en más de una ocasión para que se acelerase la investigación. Aurora Mancebo Leirós salió ese día a dar un paseo por las inmediaciones de su casa y no regresó. Más tarde aparecieron sus ropas, e incluso se detuvo a un joven como sospechoso. Pero el juicio sigue sin celebrarse. El pasado 27 de febrero sus padres comparecieron una vez más ante los medios de comunicación catalanes para denunciar que siete años después, el caso esté todavía en fase de instrucción.
A la espera de juicio
Meses después, el 16 de julio del 2004, desapareció Fernando Caldas. Lo último que se supo del joven vilagarciano es que había enviado un mensaje a un amigo diciendo que lo habían secuestrado. Más tarde fueron detenidas ocho personas a las que se les acusa de haberlo asesinado y enterrado en cal viva por una presunta deuda de narcotráfico, algo que sus padres niegan. Ni apareció el cadáver ni hay fecha de juicio.