Al fin, la lluvia respetó uno de los momentos más esperados en el Vilagarcía Basket Camp y las pistas de O Cavadelo acogieron el mítico tres contra tres nocturno. En el primer turno del campus hubo problemas debido al exceso de humedad que nos está acompañando en este extraño mes de julio, pero el martes por la noche estuvo el tema mucho más agradable y se pudo celebrar el evento. Hasta allí se desplazaron los chavales inscritos en la actividad, que en esta semana están compaginando el aprendizaje del baloncesto con el del inglés, para practicar bajo la luz de la luna ante la atenta mirada de Alberto Blanco, uno de los organizadores del evento, que al parecer estaba ligeramente enfadado por algún desencuentro con la Fundación de Deportes.
Los alumnos de la escuela taller de hostelería de O Grove no paran de darnos alegrías. Si hace unos días contábamos que decían adiós a las clases tras un duro curso de trabajo, hoy tenemos que decirles que los chavales han donado su trabajo a una organización sin ánimo de lucro. Cáritas de Arousa recibió ayer decenas de prendas de ropa para estrenar. Son trajes que han elaborado los estudiantes y que, ahora, irán para los más necesitados.
También en A Illa conocen muy bien el significado de la palabra solidaridad. Los empresarios quieren que el municipio tenga las mejores fiestas posibles y está incluso dispuestos a echar una mano. Así, su asociación no ha dudado en donar tres mil euros a los organizadores de los festejos. Para que luego digan que la gente no colabora.