Una coplilla de 1922 y una foto con Alfredo Ochoa y O Coxo de 1955 son parte del meritorio material que se puede ver en tres exposiciones organizadas por el Concello
08 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Que O Grove es un referente en los carnavales de la comarca es algo sabido, pero cómo se forjó esta fama y su trayectoria en el último medio siglo seguramente son aspectos por descubrir para la gran mayoría.
Tres exposiciones permiten adentrarse en la historia del entroido meco a través de fotografías y de las historias que surgieron al amparo de estas fiestas. Se llaman así a las letras de carácter crítico que componen las comparsas y que editan en hojas para su difusión y como fuente de financiación; y no es un invento de ahora, ni mucho menos.
En la exposición titulada As historias do Entroido postas a clareo se puede ver una letrilla del año 1922. Su autor fue el por entonces secretario del juzgado, el abogado Cándido Otero Goday, que arremete contra el rival político de su familia, el alcalde de la dictadura de Primero de Ribera, Joaquín Álvarez Lores. Los primeros versos rezan Na nosa vida tal vimos/cousa máis loca/ unha muller barbuda/ cas pernas tortas , y seguro que todavía son recordados por los vecinos más longevos.
Memoria colectiva
«Unha das características da memoria colectiva dos grovenses é a fixación de determinadas historias no imaxinario colectivo, de tal xeito que aínda hoxe, se a una persoa lúcida que teña máis de noventa anos se lle citan os primeiros versos desta copla é seguro que continúa toda a letra ata o final. O mesmo pasa con outras das historias dos Barbeiros, do señor Caneda, de Chica Vella, de Latén, dos Coanchos, ou máis recentemente dos Garoulos».
Lo dice el concejal de Cultura, Antón Mascato, que algo sabe del asunto. Lleva más de veinte años recogiendo las historias del carnaval grovense. Eso le ha granjeado un completo archivo, parte del cual se ha puesto al clareo estos días en la casa de la cultura Manuel Lueiro Rey.
Pero su pretensión es ir más allá del oportunismo de estas fechas y dotar al archivo municipal de un completo fondo de historias, de las suyas y las que puedan aportar otros particulares; por eso invita a quienes puedan poseer material y estén interesados en este asunto a que se dirijan a la biblioteca para hacer sus donaciones.
La lectura de las coplillas que se exponen estos días da una idea, no solo de como se vivían los carnavales en O Grove, sino de la propia historia local. Las comparsas pusieron negro sobre blanco hechos como el secuestro del buque Santa María, en el año 1962; la alarma creada por la llamada marea del siglo; la polémica surgida con las canteras de Raimundo Vázquez, «Picapiedra» le llamaban en una de estas historias ; y cuestiones más anecdóticas pero que fueron muy comentadas en su día como todo el lío que se montó a cuenta de los premios que repartía el detergente Ese, en aquellos años en que la compra todavía se hacía en los ultramarinos.
Teniendo en cuenta que en O Grove es difícil encontrar un año en el que se baje de las seis o siete comparsas, la cantidad de coplillas impresas es ingente. Desde los años sesenta en adelante están casi todas registradas, gracias a la labor de Antón Mascato, pero aún así se han perdido muchas. «Estas exposicións pretenden ser, tamén, unha chamada de atención á necesidade de conservarlas», señala el concejal.
La segunda de las exposiciones montadas con motivo del Carnaval del 2008 está instalada en el local de la asociación de vecinos As Besadas, en A Graña. En este caso, el colectivo recogió y ordenó fotografías bastante más recientes, pero no por ello menos testimoniales de lo que representa estas fiestas en O Grove.