AREOSO | O |
19 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.PROMETÍAN los nuevos gobiernos cuando llegaron al poder la reforma de las televisiones públicas. Una mejora de los contenidos, acabar con la politización de esos medios de comunicación y ofrecer mayor cantidad de programas culturales, que para eso son un servicio público, eran algunas de sus propuestas. Algún tiempo ha pasado desde entonces y, me van a perdonar, pero yo no he visto el cambio por ningún lado. Es cierto que, hasta ahora, tampoco ha habido ninguna cadena condenada a rectificar una información, como sucedió en su día. Pero también lo es que a los que nos gusta disfrutar de un rato de caja tonta encontramos casi los mismos programas que hace algún tiempo. La Dos sigue manteniendo su tónica de cadena para minorías, con esos programas que todo el mundo afirma seguir con entusiasmo -como los típicos documentales de la hora de la siesta-, aunque tiene algunas genialidades, como su apuesta de este verano por el cine, con los vaqueros, el terror y Woody Allen. Qué decir de la gallega. La programación habrá cambiado pero las veces que entra en mi recorrido de canales a base de zapping, siempre encuentra a Gayoso, sobre todo si es fin de semana. Y por último tenemos, la Primera. Comenzó muy fuerte con programas de debate, véase «69 segundos», y entrevistas. Pero pronto se dieron cuenta sus nuevos responsables de que esto no vende y que había que volver a lo de antes. Así, el archifamoso «Operación Triunfo» ha dado paso al también popular «Mira quien baila». Vamos que en vez de ver despuntar a nuevos talentos de la canción, tenemos que conformarnos con ver cómo nuestros famosos aprenden sus primeros pasos de baile. Y yo me pregunto ¿dónde están los cambios? Pues será en la politización de los informativos porque los que se quejaban del trato que recibían, ya no lo hacen. Ahora, lo hacen los de enfrente.