Todas las manos son pocas

La Voz

AROUSA

El palomar En Vilagarcía se celebra la segunda Mostra do Voluntariado. Una buena forma de recordarnos que el mundo funciona un poco menos mal gracias a muchas asociaciones

30 nov 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

?ace mucho tiempo que están entre nosotros, cada uno poniendo su granito de arena para mejorar el mundo. Sin embargo, hasta hace dos años apenas los habíamos visualizado. Y de repente, una gran marea blanca -la que vino a arrancar chapapote- nos hizo recordar lo hermosa que es la palabra voluntariado. ?l simple recuerdo de aquella gran marea blanca me pone la carne de gallina. Por eso, ahora me esfuerzo un poquito más por conocer a todos los voluntarios que trabajan a mi alrededor y que van camuflados bajo ropa normal. Con vaqueros, con faldas, con pantalones de pinzas, con camisetas, con camisas, con corbata, sin ella... Todos están representados estos días en la Mostra do Voluntariado de Vilagarcía. Ellos y las causas por las que luchan. ?i aún no se han pasado por el auditorio, háganlo. Así podrán ver de cerca en qué trabaja Cruz Roja, las necesidades que atiende Cáritas o el esfuerzo que realizan organizaciones como Bata, Lar, o el comité anti sida. Por si aún no lo saben, en esa visita descubrirán que el mundo no es perfecto. Y que gracias al empeño de los voluntarios es un poco menos feo, como diría una canción que ahora, la verdad, no sería capaz de tararear. ?omo estamos a punto de empezar un nuevo año, les hago una propuesta: que todos intentemos ser un poco más solidarios y un poco más voluntarios. Yo voy a incluir esa propuesta en mi lista de buenas intenciones para el 2005. Porque todas las manos son pocas para echar un cable allí donde haga falta. No digo que sea fácil despojarse de ese egoísmo que llevamos escrito en los genes. Pero está claro que es posible intentarlo. Y que en algunos casos se logra: he visto las pruebas en el auditorio de Vilagarcía, en la Mostra do Voluntariado. Créanme.