Los nuevos tiempos del fútbol

La Voz

AROUSA

El palomar ¿Metrosexual o macho ibérico? Ese es quizás uno de los debates más usuales hoy en día. Aquí tenemos dos claros ejemplos. ¿Cuál prefieren?

08 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Dos imágenes, dos formas de ver la vida. Por un lado el entrenador tradicional con su colorida camisa y una ligera curva de la felicidad. En el otro lado de la balanza el joven futbolista que parece más preocupado por imitar a Beckham. Estas dos simples fotos han abierto el ahora usual debate sobre los nuevos hombres metrosexuales en la redacción. Y créanme si les digo que hemos conseguido de todo, menos ponernos de acuerdo. Alegaba el bando de las metrosexuales que ya está bien eso de que seamos las féminas las que seamos siempre las que tengamos que arreglarnos. Que estamos hartas de las bromas sobre lo que tardamos en vestirnos o en ducharnos sin que nadie se de cuenta del esfuerzo realizado. También explican que da gusto que la tripita cervecera haya dado paso a unos estupendos abdominales y que quizás ahora podamos regalarnos los ojos más a menudo. Pero ninguno de estos argumentos compartían las detractoras de esta ahora nueva especie que tanto luce en los platós televisivos. Sostienen que tanta crema y tanto potingue da a los machos de toda la vida un aire más que femenino y que los hombres, como mejor están es al natural. Pues esta menda, que también tiene opinión, considera que lo tradicional tiene sin duda más valor. Un ejemplo, Beckham será siempre Beckham se ponga lo que se ponga. En uniforme de trabajo o en traje de Armani no habrá quite le quite su atractivo y en ello, estoy segura, muy poco tiene que ver si utiliza antiarrugas o si se quita las células muertas todas las noches. Eso sí, nunca podremos evitar que los nuevos valores -como el futbolista de la foto- le sigan en sus cambios de imagen. Lo que me parece más divertido de toda esta historia es que el fútbol de élite genera ahora más comentarios en el salón de peluquería que durante la partida del café.