Análisis | Las recomendaciones de Capitanía Marítima para mejorar la seguridad a bordo Cortar la amarra de un bote salvavidas antes de subirse es sinónimo de muerte. Éste es sólo uno de los hábitos incorrectos que provocan y contribuyen a la tragedia en el mar
10 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.La tragedia de O Bahía ha funcionado como una llamada de atención sobre las condiciones en las que los marineros gallegos se hacen a la mar. Tanto la Administración como las tripulaciones deben extremar las precauciones y contribuir juntos a garantizar, en lo posible, la seguridad de las naves y la vida de quienes las manejan. La Capitanía Marítima de Vilagarcía ha querido poner su grano de arena con toda una serie de recomendaciones para que el viaje a bordo sea, siempre, un viaje de vuelta. Lo que sigue es un pequeño manual sobre malos hábitos cuya corrección supondria ganar enteros. Estabilidad Un barco que en principio es estable puede dejar de serlo por factores como inundaciones, sobrecarga de peso en lugares altos o corrimientos de carga. Es preciso conocer en todo momento las condiciones del barco. No sólo la escasa estabilidad es peligrosa y puede provocar un vuelco. Si es demasiada, puede generar grandes balances, haciendo la vida a bordo insoportable y causando accidentes. La correcta estiba, trincaje y mantenimiento de la estanqueidad y la distribución de pesos es fundamental. Pero también cumplir las instrucciones del patrón, recogidas en el libro de estabilidad. Estanqueidad La existencia de las puertas en los buques tiene como objeto el que la tripulación pueda desplazarse por las distintas partes del buque y, al mismo tiempo, conservar la estanqueidad del buque e impedir que el agua penetre en su interior. Las puertas estancas deben permanecer cerradas una vez usadas para entrar o salir. El mar puede entrar por ellas cuando queden por debajo de la línea de flotación por escoras o golpes de mar, y provocar el hundimiento. Lo más normal es que cuando alguien se dé cuenta de que la puerta abierta es el problema, sea demasiado tarde. El aire fresco es agradable, sobre todo en los camarotes, pero más agradable resulta volver a casa. Alarmas de sentinas El objeto de las alarmas de sentina es detectar cuanto antes la entrada de agua en la cámara de máquinas. En muchas ocasiones se producen falsas alarmas y los dispositivos saltan sin que exista un problema. Por ello, la tentación de anularlas para, por ejemplo, dormir, es frecuente. Pero si la alarma es real, la tripulación no se da cuenta y el nivel de agua es importante, el naufragio es cosa hecha. Es necesario mantenerlas activas, en buen estado y compromar sus condiciones cada día. Parques de pesca cerrados Con la implantación en determinados buques de parques de pesca cerrados, que acotan la zona de trabajo directo sobre el mar, se ha conseguido disminuir los accidentes por caídas de tripulantes al agua y mejorar las condiciones de trabajo por lo que respecta a una mejor temperatura o la protección contra la lluvia y los golpes de mar en cubierta. No obstante, estos espacios son susceptibles de inundación, disponiendo de puertas de desagüe que permitan el retorno del agua al mar. En el caso de que, por cualquier motivo, estos aliviaderos estén cerrados y el agua comience a estancarse se producirá una merma de la estabilidad por el peso embarcado en lugares altos, y una escora por el efecto de las superficies libres. Es preciso revisar periódicamente los puntos de desagüe y comprobar que las puertas no se encuentran fijas. Simulacros Deben realizarse periódicamente los ejercicios de abandono de buque y contraincendios, al objeto de que en caso de ser necesario -y aun con la seguridad de que en situaciones de emergencia reales posiblemente las reacciones sean distintas- un adecuado entrenamiento ayude a solucionar los problemas de un incidente real. Sus beneficios están demostrados.